Por tercer año consecutivo los tribunales de justicia han anulado el presupuesto municipal por considerarlo ilegal. A pesar de contar con una cómoda mayoría, durante los seis años que Aparicio es Alcalde éste ha sido incapaz de aprobar un presupuesto en los plazos y con las formalidades debidas.
El presupuesto debe explicar e identificar de un modo exhaustivo los gastos de personal para que todos los burgaleses puedan verificar que se incluyen los créditos suficientes para hacer frente a estos gastos obligatorios. Al no hacerlo así no se puede comprobar si realmente el presupuesto está equilibrado o se aprueba con déficit que obligará a una modificación presupuestaria a lo largo del año.
En el capítulo de inversiones se debe especificar el año de inicio y finalización de cada uno de los proyectos, el importe total previsto, las anualidades en que se desglosa, el tipo de financiación determinando si se financia con recursos generales o con ingresos afectados o con la previsible vinculación de los créditos asignados. Toda esta información es necesaria para el seguimiento y control presupuestario. Aparicio, carente de todo rigor, está acostumbrado a establecer partidas genéricas para ejecutar los proyectos que le vienen en gana aunque no estén previstos en el presupuesto.
El Patrimonio Municipal del Suelo (PMS) se debe destinar a la construcción de viviendas sujetas a algún régimen de protección pública, a la intervención del mercado del suelo evitando la especulación o a otros fines de interés social destinados a remover los obstáculos que impidan o dificulten que la libertad e igualdad del individuo y de los grupos en se integra sean reales y efectivos.
El Ayuntamiento está despilfarrando este patrimonio pues lo dedica a la financiación de inversiones ordinarias no prioritarias. De esta manera perjudica el derecho constitucional de los burgaleses a una vivienda digna a precios asequibles.
Espero que Aparicio abandone su arrogancia y el próximo presupuesto lo elabore ajustado a la Ley.
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