sábado, 30 de mayo de 2009

Salvemos el puente Gasset

En esta obra del puente Gasset se manifiestan con toda su crudeza los errores de la política municipal del PP, que consisten en despilfarrar el dinero público, fomentar la especulación del suelo, someter a riesgos innecesarios a las empresas y privar a los burgaleses de su derecho a una vivienda digna.

El proyecto se adjudicó a la única empresa que se presentó, lo que ya de por sí da mucho que pensar, pues lo normal es que existan abundantes licitadores en todas los concursos que convoca el Ayuntamiento. Se establece, ilegalmente, que se pagará la obra con suelo público. Ahora la firma alega que no tiene financiación suficiente para ejecutar la obra. En esta tesitura, el Ayuntamiento debe velar por el interés público solucionando el problema con equidad y aplicando la ley.

Los primeros pasos dados por el equipo de Gobierno son muy preocupantes porque indican que, en este caso, quiere aplicar medidas que no ha tenido en cuenta en otros supuestos semejantes. Da la sensación de que ello es así por ser quien es el titular de la sociedad. No obstante, la decisión de parar la obra es prudente y puede evitar males mayores.

La empresa no está en concurso de acreedores. No existen motivos para la resolución del contrato. Si éste se quiere resolver de mutuo acuerdo, la entidad debe indemnizar al Ayuntamiento por los perjuicios causados y por los gastos originados. La obra ya ejecutada debe pagarse con parte del suelo comprometido, pues la compañía asumió el riesgo y ventura de la operación y lo mismo que, cuando en otras ocasiones, se obtienen escandalosos beneficios traficando irregularmente con bienes públicos y éstos no se reparten, ahora no sería de recibo que se pretendiera socializar la pérdida de valor de los bienes. No se puede actuar de otra manera salvo que el equipo de Gobierno declare lesivo el concurso admitiendo la ilegalidad del procedimiento.

En todo caso, hay que aprovechar la oportunidad para conservar el puente Gasset, mejorándolo en lo que sea preciso, pero sin construir uno nuevo por ser totalmente innecesario.

viernes, 29 de mayo de 2009

Badajoz 1936

Escuchando el programa de la SER que hoy (29/5/2009) emite en directo desde Badajoz me acuerdo del debate que se produjo en Burgos con motivo del cambio del nombre de las calles de Burgos para suprimir los que eran absolutamente incompatibles con una sociedad democrática.
Sin duda, uno de los nombres que más dio que hablar fue el de Juan Yagüe.
En estos enlaces, así como en otros muchos, se puede leer la actuación en Badajoz de este militar que se sublevó contra el gobierno legítimo.
Nunca podré entender que se pretenda que la ciudad recuerde positivamente a este personaje. Ciertamente, lo que sí conviene es conocer la realidad.
http://www.extremaduraaldia.com/reportajes/guerra-civil-badajoz-mito-o-realidad/57827.html
http://www.sbhac.net/Republica/TextosIm/Badajoz/Badajoz.htm

sábado, 23 de mayo de 2009

La legislatura del estancamiento

Los años de Aparicio al frente del Ayuntameinto podrían definirse como los del retroceso, por aquello de que quien no avanza retrocede. Y es que el alcalde se encontró con una situación envidiable: mayoría política estable, una economía municipal saneada, todos los grandes proyectos en ejecución y una ciudad ilusionada que despejaba nuevos horizontes para el futuro.

La primera legislatura vivió de las rentas: grandes proyectos en ejecución (desvío, aeropuerto, circunvalación, solar de la evolución humana, etc.), gran cantidad de dotaciones deportivas, sociales y culturales recién inauguradas y un Plan Estratégico que concitaba los consensos necesarios.

Pero, la energía que proporciona la inercia se ha acabado. La ciudad está falta de nuevos impulsos por las carencias de quien la gobierna. En estos dos años, se ha producido un estancamiento preocupante, a pesar de que, gracias a Zapatero, nunca antes la ciudad había contado con tanto dinero. Los fondos del Gobierno de España a través del Plan de Excelencia Turística, el 1% cultural, el proyecto Urban, la rivera del Vena y el Fondo de Inversión Local son los que están financiando la mayor parte de las inversiones en ejecución.

Si nos centramos en los proyectos estratégicos, comprobamos que en seis años no se ha avanzado. El CAE de Villafría, el parque tecnológico y la ampliación de la depuradora todavía no son realidad. Este equipo de Gobierno pasará a la historia por haber desperdiciado los mejores años de crecimiento económico. Como ejemplo, baste decir que hace dos años existía demanda suficiente para llenar Villalonquéjar IV y, ahora, ésta no cubre ni el 40% de la oferta.

Los impuestos y las tasas locales se han incrementado sustancialmente. Sin embargo, los burgaleses no reciben mejores servicios públicos. Nunca ha tenido el Ayuntamiento tanto dinero ni nunca se ha malgastado tanto. La ineficacia en la gestión pública es manifiesta. Se ha incrementado la plantilla con empleados nombrados a dedo, de mediocre capacidad y cuyo único mérito consiste en ser de la cuerda del PP, pero que no aportan ningún valor a la administración. El caos organizativo es de tal magnitud que el Ayuntamiento pierde dinero todos los días al tener que afrontar intereses de demora por pagar con retraso a los proveedores.

La ciudad es un alma colectiva donde los ciudadanos, a través de la participación, se identifican con un proyecto colectivo común. Aparicio ha dilapidado todos los cauces de participación. El escaso entusiasmo con el que los burgaleses participan de la anodina candidatura a capital europea de la cultura es una manifestación clara de esta realidad. Sin la complicidad y el esfuerzo de todos es imposible avanzar. Al no entenderlo así, el PP está hipotecando nuestro futuro.

viernes, 22 de mayo de 2009

Aznar y la crisis

El actor de las Azores ha publicado un libro con sus recetas para salir de la crisis. Si alguien tiene interés en comprarlo le aconsejo que, antes, lea el comentario de Manuel Rico en Público.

“Crónicas marcianas
El último libro de Aznar dibuja una España inexistente para defender sus tesis neoconservadoras y atacar con dureza al Gobierno socialista
MANUEL RICO - MADRID - 11/05/2009 20:45
El principal elogio que puede hacerse del último libro firmado por José María Aznar es que resulta de fácil lectura. Un feliz acontecimiento producto de dos factores. Primero: el lenguaje en que está escrito, que combina el tono de bloguero primerizo cuando habla del Gobierno socialista con la grisura de unos apuntes universitarios en las páginas dedicadas a explicar la crisis mundial y las bondades (infinitas) de las políticas económicas que Él puso en práctica en España. Segundo: la falta de cualquier idea original, de cualquier propuesta que no haya sido manoseada por los conservadores del planeta durante las últimas tres décadas, lo que ahorra al lector todo esfuerzo intelectual.
Son unos folios que ha podido escribir perfectamente Aznar, pero también el último becario aterrizado en Faes. Llamarle ensayo sería un verdadero atrevimiento; difícilmente llega a cuento corto. Circunstancia esta que obliga a realizar un segundo elogio de España puede salir de la crisis: sus 202 páginas con letras (hay otras 17 felizmente en blanco) se leen en 120 minutos.
El libro está sembrado de datos falsos sobre la evolución económica de España desde 2004
Sería injusto, en todo caso, detallar sólo los elogios. El libro tiene también serios defectos, entre los que sobresale esa inclinación aznariana hacia la mentira o la manipulación. Hay falsedades groseras, que insultan a la inteligencia del lector, por ejemplo cuando el autor afirma que los socialistas españoles han prohibido por ley los contratos temporales (página 101). Hay mentiras evidentes, como sostener que la presión fiscal en España “ha subido más de tres puntos del PIB” desde 2004 (pág. 103), cuando en realidad ha caído en 2008 al nivel más bajo en 13 años. Hay manipulaciones descaradas, como escribir que se ha producido un “desplome de la inversión extranjera en nuestro país” desde que gobierna Zapatero (pág. 110), cuando el gran recorte de la inversión extranjera se produjo precisamente durante la segunda legislatura del PP –pasó de 40.700 millones de euros anuales en 2000 a tan solo 22.700 en 2003–, mientras que en 2008 registró un máximo histórico de 43.967 millones. Y así se podría seguir poniendo un ejemplo tras otro.
Es probable que este cúmulo de manipulaciones no escandalice al lector. Si alguien tiene el descaro moral de mentir a los españoles sobre la autoría del mayor atentado terrorista de la historia de España, con los cadáveres aún calientes, ¿qué no hará con algunos datos económicos? ¿Acaso va a tener pudor con las estadísticas o las tratará a martillazos hasta que encajen en la tesis de su librito? Pero Aznar, hay que reconocerlo, siempre logra sorprender. Siempre llega un poco más lejos de lo que imaginan el resto de los mortales. Así que no contento con sembrar la obra de falsedades, el presidente de honor del PP decide entregarse a un ejercicio de exhibicionismo intelectual. Y su desnudez causa enorme sonrojo.
Politización de instituciones
Sonrojo provoca que Aznar acuse al Gobierno socialista de “la politización de instituciones supuestamente independientes” como la CNMV (pág.108), él, que llevó a dicho organismo a sus cotas más altas de desprestigio con el caso Gescartera. Sonrojo provoca leer recomendaciones de “austeridad” (pág. 168) en boca del organizador del bodorrio del Escorial, con tan ilustres invitados como Paco Correa o El Bigotes. Sonrojo provoca que todo un conferenciante internacional defienda simplismos del tipo “más empleo público significa menos empleo en el sector privado” (pág. 158), ya que debería saber que en España hay ahora seis millones más de personas trabajando que hace una década y de ellos sólo 700.000 son funcionarios. Sonrojo provoca que el político que cebó sin descanso la burbuja inmobiliaria asegure que su Gobierno buscó “abaratar a medio y largo plazo el precio de la vivienda” (pág. 95), cuando el precio medio del metro cuadrado de un piso en España se disparó desde los 694 euros en 1996 hasta los 1.618 euros en 2004.
La lógica ‘aznariana’
El clímax de la obra se produce, sin embargo, cuando Aznar intenta culpar al Estado de los desmanes del capitalismo salvaje que han llevado a la actual crisis económica mundial. Argumenta el autor, por ejemplo, que existía regulación para controlar las hipotecas basuras, “pero era mala. Y quienes aprobaron esas reglas defectuosas fueron los Estados. De nuevo, lo que aquí hubo es un fallo del Estado” (pág. 58). Y la misma lógica aplica a los bancos centrales, a las quebradas agencias hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae o a los supervisores financieros. Pero resulta que “los Estados” no aprueban ninguna norma defectuosa, porque aún no se ha visto a ningún Estado entrando de traje y corbata a una sesión parlamentaria para apretar el botón de voto en el escaño. Las leyes las aprueban gobernantes concretos y, en el caso que nos ocupa, quienes se encargaron de eliminar regulaciones y relajar la supervisión en nombre de la sacrosanta libertad de mercado fueron los políticos neoconservadores amigos de Aznar.
Aznar plantea abaratar el despido, privatizaciones, no subir el salario mínimo y "más España"
Hay en el libro, en fin, algunas páginas dedicadas a desgranar una “nueva Agenda Nacional de Reformas” cuya puesta en práctica devolvería a España a los años de esplendor en que su presidente se fotografiaba en las Azores con el emperador y declaraba guerras ilegales. Unas recetas archiconocidas: abaratar el despido, impedir a toda costa que suba el salario mínimo interprofesional puesto que esos 624 euros mensuales provocan en el empresario un insuperable temor a la contratación, mejorar un sistema educativo que era espléndido hace cinco años y que ahora es penoso, una nueva oleada de privatizaciones y, sobre todo, “más España”.
Regresemos al inicio, a las bondades del opúsculo. Quien logre leer entero el libro, descubrirá una tercera ventaja: el ego del personaje es tan inmenso (no cita ni a uno de sus colaboradores en el Gobierno), sus falsedades son tan obvias, su maniqueísmo es tan brutal, que la obrita se puede leer en clave de humor. Son unas novísimas crónicas marcianas. Por lo disparatado, España puede salir de la crisis quizá lleve al lector a recordar una película que tuvo cierto éxito hace un par de años: Borat. Si uno observa alguna foto donde el político del PP luce mostacho poblado, incluso es posible encontrar cierto parecido físico entre ambos, entre el actor Sacha Baron Cohen y el escritor José María Aznar. He ahí una conclusión iluminadora: Aznar, el Borat de las letras españolas.”

sábado, 16 de mayo de 2009

La antigua estación debe ser la puerta de la ciudad

Se pregunta por un proyecto que nadie reconoce. Preguntado el concejal responsable dice que no existe ninguna iniciativa ni compromiso municipal. Por otra parte, parece que la Asociación Plan Estratégico ha tenido alguna iniciativa en este sentido. Se produce la paradoja de que entidades que han sido creadas para incrementar la participación ciudadana y facilitar el consenso político y social están siendo utilizadas como consultoría al servicio exclusivo del PP para hurtar a la gestión pública y al conocimiento de la Junta Directiva de la Asociación el conocimiento de asuntos de importancia.

Me cabe la duda de si lo publicado es una de las noticias puramente propagandísticas tan habituales de este equipo de gobierno o si realmente es un proyecto con visos de realidad que podría acogerse a las ayudas del Estado en el proyecto Urban. Esta es otra paradoja de de la política burgalesa; prácticamente todos los proyectos que le sirven a Aparicio para decir que la ciudad avanza son una realidad gracias a la ayuda del Gobierno Zapatero al que tanto critica.

Se está perdiendo un tiempo precioso. El PSOE hace tiempo que ha realizado diferentes propuestas de uso para la antigua estación que pueden ser compatibles entre sí. No se puede perder la oportunidad de utilizar este espacio como puerta de entrada a Burgos que es una ciudad que debe cuidar al turismo como una actividad social y económicamente importante. El problema del aparcamiento de los autobuses turísticos y de la recepción de los que nos visitan tiene solución en este espacio.

El fracasado proyecto del pabellón Arena y la incapacidad municipal para dar un uso cultural a la plaza de toros pone sobre la mesa la posibilidad de utilizar los andenes para esta finalidad. Esperemos a que haya un proyecto para comprobar si es posible o no.

La incapacidad congénita del alcalde para hablar y dialogar con todos los que no piensan como él es un grave problema para la ciudad. A pesar de ello confío en que la sociedad burgalesa encuentre los medios para opinar sobre un proyecto tan importante.

sábado, 9 de mayo de 2009

Eliminar las fianzas provisionales es una buena idea

Aunque tenga unos efectos limitadísimos, quiero aplaudir la decisión de Aparicio de eliminar la fianza provisional a las empresas que participen en las licitaciones municipales. El artículo 91 de la Ley de contratos del sector público posibilita que el Ayuntamiento exija a los licitadores la constitución de una garantía que responda del mantenimiento de sus ofertas hasta la adjudicación provisional del contrato. Para el licitador que resulte adjudicatario provisional, la garantía responderá también del cumplimiento del resto de las obligaciones que señala la legislación.

El importe de esta garantía no puede exceder del 3% del contrato, siendo potestativo para el Ayuntamiento su exigencia o no. Es perfectamente legal, por tanto, esta nueva medida incluida en la ley de 2007 que modifica la norma anterior en la que la fianza provisional era obligatoria.

Uno de los mayores problemas que tienen las empresas en este momento es la dificultad de financiación. La propuesta que comentamos es una gota de agua en el proceloso mar de la gestión económica del Ayuntamiento, que está asfixiando a los proveedores municipales porque tardan en cobrar más tiempo de lo razonable y de lo legalmente previsto.

La mayoría de las facturas municipales se pagan con más de 60 días de retraso. Esta tardanza se produce por incapacidad de gestión, pues el equipo de Gobierno no pone los medios suficientes para pagar a tiempo. No hay ningún problema de liquidez. Es pura gestión y, por lo tanto, responsabilidad exclusiva de quien gobierna el Ayuntamiento.

Ante esta grave situación, Aparicio incumple la ley y las empresas que contratan con el la administración municipal renuncian a sus derechos. Si se tarda más de 60 días en pagar una factura, el Ayuntamiento tiene la obligación legal de declarar de oficio los intereses por la tardanza. No hacerlo ¿no es un incumplimiento claro de ley?

La mayoría de las empresas perjudicadas no reclaman intereses. ¿Tienen miedo a represalias? En la situación actual, en la que ninguna empresa está sobrada de financiación, no reclamar intereses por la tardanza municipal en pagar las facturas es una irresponsabilidad, salvo que el temor esté fundado.

lunes, 4 de mayo de 2009

Así se eligió el proyecto del MEH

Recurrentemente se continúan escuchando comentarios sobre el proyecto que se está ejecutando en el solar de la evolución humana cuyo autor es Navarro Baldeweg. Estando próxima la fecha en la que los ciudadanos podrán comprobar la magnífica arquitectura que se está realizando veremos que aquellos que han denostado sin sentido esta obra bajarán la cabeza, aunque no reconozcan su error, y se sumarán a todo tipo de alabanzas. Merece la pena recordar cómo se produjo el proceso de elección de este proyecto.

Tomada la decisión por el jurado, se produjeron manipulaciones abundantes sin que ninguno de sus autores tuviera el más mínimo interés en intentar demostrar si había coincidencia entre la opinión publicada y la opinión pública, cuestión relevante, especialmente para aquellos que parecían defender que un concurso de arquitectura se puede resolver mediante votación popular. Este ambiente dificultó el debate público pues se mezclaron auténticas tonterías con opiniones críticas fundadas.

Aparicio no ha dudado nunca en sumarse al barullo generando más confusión. No pierde oportunidad para criticar el proyecto que se está ejecutando aunque sea él el representante de la propiedad. El alcalde es heredero del poder tradicional en la ciudad, esa “sociedad burgalesa de toda la vida”, aunque no haya nacido en Burgos, que desprecia todo lo que ignora y es incapaz de aplaudir o compartir ideas ajenas si no las controla porque entonces brilla con todo esplendor su mediocridad.

La manipulación incluyó imputaciones falsas sobre el procedimiento empleado para seleccionar el proyecto ganador del Concurso Internacional de Arquitectura convocado. No caeré en el error de comparar aquél concurso con ningún otro que se ha celebrado en el Ayuntamiento de Burgos en los últimos años pues sería igual que comparar el culo de una botella con un diamante. La botella puede estar muy bien hecha pero de ninguna manera se le pude comparar con un diamante bien tallado.

Sin embargo, merece la pena difundir el acta del jurado para información de todos los interesados. Me he permitido añadir una breve nota biográfica de los componentes del jurado para que los lectores puedan comprobar que el prestigio internacional que ya tenían reconocido la mayoría de sus nueve componentes era la garantía del éxito de la convocatoria, como así se demostró, y que la calidad del jurado es determinante del resultado final.

Con este enlace se puede recuperar el acta del jurado:

http://docs.google.com/Doc?id=dkh7fd3_69wv8zkhj&hl=es

sábado, 2 de mayo de 2009

El Ayuntamiento no debe asumir las escuelas infantiles mientras no se garantice un servicio público de calidad

Los servicios públicos que han sido transferidos se gestionan bastante peor que antes. Hoy, en Castilla y León, cualquier profesional o usuario del sistema educativo o de la sanidad pública añora los tiempos en que estaban dirigidos por el Gobierno de la Nación.

El problema no reside en Valladolid o en el consejero Villanueva que, por cierto, es el más eficiente de todos los miembros de gobierno regional. El problema es estructural y radica en la concepción que se tiene de la política. Se ha apostado por órganos centralizados e hiperpolitizados al servicio del partido gobernante.

La política local española no es homologable a la media Europea. La Administración General del Estado representa el 53,5% del gasto del sector público, las Comunidades Autónomas suponen el 33,4% y los ayuntamientos el 13%, cifra igual a la de 1988, mientras que la media de la Unión se sitúa por encima del 20%. El gasto local anual por habitante en España es de 740 euros, mientras que en Holanda, Italia, Reino Unido, Austria, Francia o Irlanda se sitúa por encima de los 2.000 euros.

Muchos servicios públicos los puede prestar con mayor eficiencia el Ayuntamiento de Burgos que la Junta de Castilla y León. La aplicación de los principios de autonomía, suficiencia financiera y subsidiariedad que se incluyen en la Carta de Autonomía Local implica que se deben traspasar competencias en favor de las Corporaciones Locales en materias tales como seguridad ciudadana, justicia local o de proximidad, empleo, vivienda, cultura, educación, desarrollo sostenible, derechos sociales y prestaciones básicas de servicios sociales e integración social de inmigrantes.

Sin embargo, el Ayuntamiento de Burgos no debe asumir las escuelas infantiles que la Junta quiere transferir, porque no existe la seguridad de que vengan acompañadas de los recursos económicos suficientes ni de las garantías necesarias para evitar que se privatice este servicio público.

El PP no cree en el valor educativo de las escuelas infantiles cuando las adscribe a la Consejería de Familia. Las considera un recurso social incómodo a privatizar para reducir costes. Esto es lo que subyace tras la propuesta de transferencia a los ayuntamientos y, por este motivo, no se puede aceptar.