El efecto más grave de la crisis es la pérdida del empleo. Se ha dicho, y repito, que el desempleo es la principal causa de exclusión social.
No valen paños calientes ni derivar el problema a otras instancias. Los ayuntamientos, la Diputación, la Junta de Castilla y León y el Gobierno de la Nación tienen la obligación de coordinar esfuerzos y actuar unidos.
El Gobierno de España ha aprobado un Fondo Estatal de Inversión Local y un Fondo Especial del Estado para la Dinamización de la Economía y el Empleo que engloban todas las medidas económicas, financieras y fiscales que el Gobierno aplicará para recuperar la senda de crecimiento y creación de empleo.
Es el primer plan global de estas características que presenta un gobierno europeo, y las medidas contempladas en el mismo constituyen un hito histórico sin precedentes en nuestro país al suponer la mayor movilización de recursos públicos a favor de las entidades locales. Con el objetivo de incrementar la cooperación del Estado con los Ayuntamientos y aumentar la inversión pública en el ámbito local, se crea un Fondo de Inversión Municipal dotado con 8.000 millones de euros para la realización de actuaciones urgentes en materia de inversiones especialmente generadoras de empleo.
A la ciudad de Burgos le corresponde 31 millones de euros que es el equivalente a un año de inversión municipal. Gracias a estos fondos, en un año se realizarán las obras que, en una situación normal, exigirían dos ejercicios presupuestarios.
El ayuntamiento ha sido diligente en la presentación de los proyectos pero ha sido muy poco sensible con los desempleados. Ha elegido las obras de mayor interés electoral para
Ahora falta la aportación de la Junta de Castilla y León que tiene las competencias de las políticas activas de empleo. El Gobierno regional debiera crear un fondo semejante para la financiación de obras locales generadoras de empleo. Su importe podría ser la mitad que el establecido por el Gobierno de España con lo que alcanzaríamos, en Burgos, la cifra de 15,5 millones de euros añadidos a los 31 del Estado y a los 50 del presupuesto municipal de 2009 supondría la cifra histórica de 96,5 millones de euros de inversión pública en un año. Esta sí que es una política eficaz contra el desempleo.