domingo, 30 de marzo de 2008

Rotondas. Ni muchas ni pocas.

Hay calles en la ciudad en la que se han realizado rotondas innecesarias y otras en las que es urgente su construcción. Se comenta en la ciudad el furor del equipo de gobierno municipal en construir rotondas en cualquier lugar.

Fiel cumplidor de los principios que inspiran su acción política a Aparicio le importa mucho más la apariencia que resolver problemas. Así se construye una rotonda en la Avenida de la Paz totalmente innecesaria, se hacen otras en vías por las que circula transporte pesado sin el suficiente radio de giro o se hace un túnel con su estrecho viario perimetral en Islas Baleares que no puede ser utilizado por los abundantes transportes especiales que genera el polígono de Villalonquéjar.

Esto es debido a la carencia de un plan de vialidad que jerarquice el viario y defina los flujos circulatorios. Se actúa a salto de mata con lo que la circulación en Burgos cada día es peor soliviantando los ánimos de los burgaleses que sufren atascos diarios y ven disminuir sensiblemente la calidad del aire que respiramos.

En los ejes transversales de la ciudad y en las calles previstas para permitir grandes flujos de tráfico se debe controlar que no se producen aparcamientos en doble fila que disminuyen la fluidez del tráfico y prever las suficientes plazas de carga y descarga para atender las necesidades comerciales.

En las calles que soportan un tráfico reducido hay que adoptar medidas para pacificar el mismo dando prioridad a los peatones. La incapacidad del alcalde en escuchar a los demás está convirtiendo a la ciudad de Burgos en la única de España en la que no se están suprimiendo eficazmente las barreras arquitectónicas mediante la elevación de la calzada. Así se está haciendo en toda Europa menos en Burgos. Es la mejor manera de eliminar todo tipo de barreras, de garantizar itinerarios peatonales seguros y de conseguir una importante reducción de la velocidad. Sin embargo el alcalde se empeña en sembrar la ciudad de bandas sonoras en la calzada que duran dos días y generan mucho ruido o se hacen barbaridades como la urbanización de la calle del Carmen que parece una actuación de los años 60 del siglo XX. No se puede comprender que visitando tan a menudo Madrid no aprenda un poco.

viernes, 14 de marzo de 2008

Aparicio debe dimitir

La irresponsabilidad de Aparicio costará a la ciudad más de 130 millones de euros. En el año 1998, siendo ministro y presidente provincial del PP, el Gobierno de la Nación, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Burgos -administraciones todas ellas gobernadas por los populares- firmaron el convenio para financiar el desvío ferroviario. El municipio asumía la obligación de pagar en solitario todas las cantidades que excedieran de 114 millones de euros. A día de hoy, podemos calcular que esta obra se liquidará en 247 millones, por lo que el Ayuntamiento deberá asumir 130 millones, además de otros 64 que corresponden a cada una de las tres administraciones. Es decir, el Ayuntamiento va a pagar 194 millones de euros, lo que representa el 78% de una obra de interés general.

Este leonino convenio es único en España. Fue impuesto por el PP burgalés por motivos estrictamente políticos contrarios a los intereses de la ciudad. Con el único sustento de un informe realizado por una constructora privada, el PP forzó su firma en contra de la opinión de los técnicos del Ministerio de Fomento quienes, para salvaguardar sus responsabilidades, exigieron que se incluyera la cláusula que endosaba al Ayuntamiento los posibles sobrecostes de la obra. Esta irresponsable decisión de Aparicio sólo se puede explicar por su interés en beneficiar políticamente a su partido en Burgos y, tal vez, por fomentar un pelotazo urbanístico de escándalo. ¿Quién era el beneficiario?

Durante cuatro años pedí insistentemente, desde la Alcaldía, que se renegociara el convenio. Aparicio lo impidió negando el pan y la sal al Ayuntamiento. Llegó, incluso, a parar las obras generando una importante alarma social.

Afortunadamente, ahora tenemos un Gobierno de España leal en sus relaciones institucionales y sensible a los problemas de los burgaleses. Los socialistas estamos dispuestos a arreglar este desaguisado, aunque nos parece que zanjarlo sin exigir responsabilidades políticas es una burla al Estado de Derecho y a la democracia. ¿Es gratis perjudicar al patrimonio municipal en más de 130 millones de euros? ¿Se puede tolerar que quien causa los problemas quiera aparecer como la víctima? ¿Es asumible que del engaño se beneficie su autor?

La decencia política y un mínimo de dignidad exigen la dimisión de Aparicio. Los pactos se firman para cumplirse y los errores se pagan.

jueves, 13 de marzo de 2008

La sanidad pública no se puede gestionar peor

Es difícil encontrar nuevos calificativos a la gestión de la sanidad pública de la Junta de Castilla y León. No hay situación que no pueda empeorar.
En junio de 2007 denuncié los graves problemas creados por los gestores sanitarios con motivo del cambio de los gestores de la informática en el hospital de Burgos.
Este problema continúa. Debido a que los gestores de Valladolid son unos ineptos, como se ha demostrado en multitud de ocasiones, ahora los profesionales sanitarios de Burgos no tienen acceso a los archivos informáticos de radiología generando múltiples problemas para los médicos y los pacientes.
Hace semanas que se detectó este problema sin que los dirigentes del PP tomen cartas en el asunto. Archivos perdidos, imposibilidad de obtener copias y la necesidad de repetir pruebas son algunas de las consecuencias de esta nefasta gestión.
Hay que hablar claramente del PP y no de los gestores sanitarios pues a raíz de las transferencias a la autonomía de las competencias sanitarias se han creado unos macroservicios centrales en Valladolid, superior a los que existían antes en Madrid para gestionar todo el INSALUD, poniendo al frente de los mismos a unos gestores cuyos únicos méritos eran su afinidad al PP.
Parece que lo hacen a propósito para ir privatizando, poco a poco, todas las áreas sanitarias que pueden. Sin límite.
Existen ejemplos que demuestran que otra política es posible. Mientras Herrera se dedica a hablar del sexo de los ángeles y a privatizar el hospital de Burgos, en Extremadura tienen informatizados los historiales clínicos. Aquí, todavía con papel y sin posibilidad de acceder a los archivos informáticos existentes.
Estos gestores debieran estar permanentemente pidiendo perdón a todos los sanitarios que con su dedicación y profesionalidad están permanentemente solucionando su ineptitud.
¡Qué cruz!

lunes, 10 de marzo de 2008

PSOE sube; PP baja

El PSOE continúa mejorando sus resultados electorales obteniendo el porcentaje de apoyos más importante en toda la historia democrática.
Desde 1999 se observa una consolidada tendencia de crecimiento del número de burgaleses que vota al PSOE en la ciudad de Burgos.
La candidatura socialista encabezada por Octavio Granado ha tenido 468 votos más que en las elecciones celebradas en 2004 mientras que la candidatura del PP encabezada por Aparicio ha bajado 663 votos.
Agradezco a todos los burgaleses su participación en esta fiesta democrática. Agradecimiento especial a aquellos que han confiado en el PSOE y que nos animan a continuar trabajando por una ciudad que está cambiando y que continuará haciéndolo en el futuro.
Granado continuará desarrollando su magnífico trabajo en el Gobierno y Aparicio espero que dimita pues no solo se ha demostrado que el efecto Aparicio ha perjudicado al PP sino que, en breve, se pondrá de relieve la manifiesta imposibilidad de desempeñar simultáneamente los cargos de Alcalde y Diputado. Que dimita como diputado o como alcalde es su elección.

domingo, 2 de marzo de 2008

Aparicio debe organizar las fiestas de los barrios y dialogar con los vecinos

El alcalde es un especialista en provocar conflictos sociales que se ven agravados por su falta de diálogo con los ciudadanos. Siempre le ocurre lo mismo: Después de haber ocasionado graves perjuicios, no le queda más remedio que rectificar y hacer lo que desde el principio le habíamos aconsejado el resto de los partidos políticos y organizaciones sociales.

El último ejemplo se ha producido con motivo de las fiestas de San Pedro de la Fuente y de San Pedro y San Felices, que no se han celebrado como consecuencia de la intransigencia municipal, que pretendía cambiar las condiciones en las que se han venido desarrollando desde hace 30 años.

El Ayuntamiento siempre ha sido el organizador de las fiestas en los barrios. Antiguamente, a través de los alcaldes de barrio, y desde 1999, mediante los Consejos de Barrio y del tejido asociativo.

Las organizaciones vecinales y sociales de cada una de las zonas de la ciudad organizaban las fiestas con total autonomía y tuteladas por el Ayuntamiento, que cubría las incidencias que se pudieran producir con el seguro municipal. Desde que Aparicio es alcalde se ha reducido, en términos reales, el apoyo económico municipal, aún a pesar de que las actividades organizadas directamente por el Ayuntamiento se han incrementado muy por encima del coste de la vida. Aparicio ha intentado descargarse de sus propias responsabilidades hasta el punto de exigir que los Consejos de Barrio asumieran la contratación de seguros y que respondieran, incluso, con su patrimonio personal por las incidencias que pudieran surgir. Evidentemente, estas condiciones no podían ser asumidas, lo que ha provocado que San Pedro de la Fuente se quedara sin fiestas.

Una vez causado el daño, el Ayuntamiento va a rectificar para volver a asumir la condición de organizador de las fiestas, que es lo que le corresponde. Bienvenida sea esta rectificación, aunque Aparicio podía haber evitado a los burgaleses este conflicto dialogando con los vecinos y haciendo caso a lo que el PSOE le aconsejaba.