sábado, 27 de diciembre de 2008

El PP reconoce su incapacidad para gestionar el Ayuntamiento

Las privatizaciones realizadas, y las recientemente anunciadas, ponen de manifiesto la incapacidad del PP para gestionar los asuntos públicos además de expresar su clásica política tendente a socializar las pérdidas y privatizar los beneficios. No creen en las administradores públicas prestadoras de servicios que redistribuyen la riqueza para dejar limitada a la administración pública como un ente que tutela y controla a los ciudadanos.

Si el Ayuntamiento no tuviera claro que el servicio de deportes fuera a perdurar indefinidamente entre las competencias municipales sería razonable que este servicio público se prestara a través de una empresa externa pues no es prudente cargar la estructura fija para atender necesidades temporales. No es el caso, porque el deporte es un servicio público esencial que, conforme pasan los años, incrementará su importancia.

Si la gestión del deporte o de los autobuses exigiera una tecnología o unos conocimientos muy especializados que desbordaran la capacidad municipal o cuya evolución tecnológica siguiera unos ritmos inasumibles para la administración, también sería razonable que este servicio se prestara por una empresa privada. Esta es la razón evidente por la que el mantenimiento de determinadas instalaciones muy complejas está externalizada.

Si la legislación administrativa supusiera un corsé que impidiera una presencia eficiente en un mercado en el que existe competencia o impusiera una rigidez en la gestión incompatible con la flexibilidad exigida por el servicio público, sería razonable que se constituyera una empresa, con capital 100% público, que se rigiera por la legislación mercantil. Este es la razón por la que la Junta de Andalucia, por ejemplo, ha constituido empresas públicas para gestionar algunos hospitales a diferencia de lo realizado por la Junta de Castilla y León que ha privatizado servicios esenciales en el nuevo hospital de Burgos.

También es posible que la legislación que regula las cuentas públicas impida, de hecho, la realización de cuantiosas inversiones que son imprescindibles. En este supuesto se ha utilizado con frecuencia la constitución de empresas públicas que, soslayan estas limitaciones legales. Esta es la razón fundamental por la que se constituyeron la mayor parte de las empresas que gestionan el agua en España. En Burgos el ejemplo más evidente son los consorcios para la construcción de polígonos industriales y para la realización de la variante ferroviaria.

No existiendo en la administración pública las razones fiscales que pueden justificar esta política en las empresas privadas, en ningún caso se justifican estas privatizaciones en que se reducen costes porque es un argumento falso.

Aún en el supuesto de que se considerara necesario reducir los costes salariales tampoco sería más barato el servicio prestado por una empresa privada. Sería muy duro que el PP reconociera la conveniencia de que empeoraran las condiciones laborales y salariales de sus trabajadores para prestar el servicio público. Aunque lo intentara no se produciría ahorro porque la necesidad de retribuir servicios generales más caros que los municipales y el beneficio industrial superarían esos presuntos ahorros salariales.

La privatización del servicio de deportes supondrá un sensible encarecimiento del servicio que tendrán que pagar todos los ciudadanos. Los costes se trasladan del capítulo 1 al 2 incrementándose con los beneficios de la empresa concesionaria. Ya se ha demostrado en los autobuses urbanos y se volverá a demostrar ahora.

Tampoco se producirá un incremento de la calidad. Es evidente que una administración pública mal gestionada prestará un peor servicio público que una empresa privada regularmente gestionada. Es un problema de organización y de dirección. Por ejemplo, el servicio de aguas municipal de Burgos ha demostrado durante muchos años que es tan eficiente o más que cualquiera de las empresas concesionarias de los servicios de aguas en otras ciudades españolas.

Propongo a los medios de comunicación este titular a cinco columnas: “Aparicio reconoce su incapacidad para gestionar el ayuntamiento.” Es mucho más real que aquellas noticias que, fundamentadas en falsedades, afirman que el ayuntamiento ahorrará externalizando servicios públicos.

viernes, 26 de diciembre de 2008

Informe FOESSA 2008

Desde que la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada) publicó, en el año 1965, su primer informe éste ha sido un estudio de referencia imprescindible para conocer la realidad social española.

De la mano de Cáritas esta Fundación ha publicado su informe sobre exclusión y desarrollo social en España 2008.

De imprescindible lectura, a la que animo a todos los visitantes de este blog, para comprobar que la situación social en España no ha avanzado satisfactoriamente en la década de los 90 aún a pesar del importante crecimiento económico.

En una de sus conclusiones afirma: “La información disponible parece revelar, por tanto, un truncamiento del proceso continuado de reducción de renta entre los hogares españoles. Este cambio de tendencia no significa que la desigualdad haya aumentado en el tiempo, sino que ha dejado de reducirse. El crecimiento económico registrado desde mediados de los años noventa y la notable creación de empleo que le acompañó no habrían dado lugar, por tanto, a importantes reducciones de la desigualdad. Se quebraría así la tendencia a la reducción de la desigualdad, en vigor al menos desde los primeros años setenta hasta el comienzo de los años noventa. Consecuencia de ello sería también la detención del proceso de convergencia en los niveles medios de equidad, permaneciendo los indicadores de desigualdad en niveles superiores al promedio europeo.”

El daño infligido por las políticas de los gobiernos conservadores es evidente. Las sucesivas rebajas de los tipos impositivos han supuesto una menor capacidad redistributiva por la pérdida de recaudación. El gasto social relativo ha tendido a la baja, inferiores a los niveles máximos del primer tercio de los años noventa alcanzando un paupérrimo 76,5% del promedio de la UE-27.

La pobreza ha dejado de reducirse. Afecta a la quinta parte de los hogares españoles. Entre un 2,65 y un 4% de la población se encuentra en situaciones de pobreza extrema.

No podemos permanecer tranquilos. Nos debemos rebelar ante la injusticia y luchar por acabar con la pobreza e incrementar la integración social.

Ningún ciudadano, y mucho menos un político, es ajeno a este problema. No se puede ser feliz sin luchar porque esta situación cambie. 

jueves, 25 de diciembre de 2008

2008: Año de grandes proyectos

Así ha sido destacado, acertadamente, por Aparicio refiriéndose a que durante este año se han puesto en servicio el aeropuerto y el desvío ferroviario, ambas dependientes del Gobierno de España, que son vitales para la ciudad.

Comparto su opinión. En honor a la verdad habría que decir que los burgaleses disfrutan de estos servicios a pesar del PP porque de haberse llevado a la práctica sus propósitos no se hubieran podido construir.

Los partidos políticos en la oposición tienen las mismas responsabilidades que en el gobierno en lo que se refiere a asumir la responsabilidad de sus decisiones en el supuesto de que las mismas se llevaran a la práctica.

No parece ser ese el concepto de la política que tiene el PP pues, a la luz de los hechos, para este partido desgastar al adversario justifica la demagogia, la irresponsabilidad y cualquier actuación por muy repudiable que esta fuera.

Analicemos estas dos actuaciones. La obra del desvío y la asunción de las onerosas cargas que para el ayuntamiento representa el convenio firmado en 1998 ha sido posible gracias a que ha sido financiado mediante el Consorcio para la Variante Ferroviaria constituido con las Cajas de Ahorro Locales. En su día el PP no consideraba necesario la existencia de este instrumento con lo que las finanzas locales no hubieran podido hacer frente a sus obligaciones. Afortunadamente la presión social fue suficiente para modificar su posición y hoy el desvío es una realidad.

El aeropuerto ha sido posible porque el Ayuntamiento ha cedido gratuitamente el suelo. También recuerdo como el PP, que gobernaba en la Nación, Comunidad Autónoma y Diputación, se desentendieron de la propuesta que hice de compartir las cargas entre las tres administraciones y pretendieron que fuera el Ayuntamiento de Burgos el único que pagara el suelo necesario para construir el aeropuerto.

Las buenas ideas siempre se abren camino a pesar de los obstáculos que encuentren. En estos casos a costa de sinsabores, injustas paralizaciones de obras y descrédito de la vida pública. En otros asumiendo durante dos años la paralización de un proyecto importante como el del Mercado Sur.

Afortunadamente los proyectos avanzan y, espero que también se abra camino entre los ciudadanos el convencimiento de que no se puede practicar una política irresponsable y demagógica como la que hace el PP cuando está en la oposición.


martes, 23 de diciembre de 2008

El presupuesto municipal para 2009 debe incluir los proyectos que garanticen el futuro

La talla de los dirigentes políticos se mide por su capacidad de planificar a medio y largo plazo y en el acierto de sus decisiones encaminadas a garantizar el futuro en las mejores condiciones posibles.

 

La gestión pública que se limita a realizaciones en el periodo comprendido entre unas elecciones y otras podrá ser más o menos vistosa, pero no sentará las bases que permita a la ciudad afrontar los retos de futuro en mejores condiciones que nuestros competidores.

 

Gran parte de los proyectos más importantes son gestionados por entidades ajenas al Ayuntamiento aunque éste sea el primer responsable de su realización. No tienen reflejo en el presupuesto municipal pero su ejecución depende del equipo de Gobierno.

 

Ninguna inversión que genere empleo debe encontrar obstáculos. La ampliación del polígono industrial de Villalonquéjar necesita mantener su ritmo de ejecución y redoblar los esfuerzos para atraer industrias.

 

El parque tecnológico y el Centro de Actividades Empresariales de Villafría acumulan un injustificable retraso que provoca continuas pérdidas de oportunidades. No sería justificable que, en el año 2009, no empezaran estas obras.

 

La ampliación de la depuradora es muy urgente. El Ayuntamiento no puede limitarse a disculpar a la Junta de Castilla y León por incumplir clamorosamente sus obligaciones. Si no se hace esta obra, no se podrá poner en funcionamiento ningún polígono industrial ni residencial nuevo.

 

El Museo de la Evolución Humana y auditorio es una gran apuesta de futuro. El próximo año debe continuar el esfuerzo inversor. Burgos necesita remodelar íntegramente la red de transporte público ampliando y mejorando el servicio. En este nuevo modelo, juega un papel importante el bulevar ferroviario como soporte de un nuevo eje de comunicaciones.

 

Muchas son las necesidades de los barrios. Atendamos prioritariamente a los que más lo necesitan. No olvidemos que la política debe buscar la felicidad de las personas. Las obras no son todo. Hay que dedicar atención preferente a quienes más sufren y a quienes más necesitan la actuación de los poderes públicos.

 

lunes, 15 de diciembre de 2008

El valor de la palabra

Se ha destacado por la Comisión Ejecutiva Provincial que el último congreso ha sido el de la unión. Ciertamente ello ha sido posible gracias al acuerdo que alcanzamos el pasado 14 de mayo entre la mayoría provincial y la mayoría de la ciudad de Burgos. Éste se fundamentaba en que las listas de delegados a elegir para el Congreso Federal, el Regional y el Provincial se realizaban de común acuerdo presentado una única lista y que en el Congreso Provincial sólo se promovería la candidatura encabezada por Jiménez y en la Asamblea Local sólo se promovería la candidatura que propiciara el Comité Loca actual.

Ahora, por la ejecutiva provincial se incumple el acuerdo promoviendo una candidatura diferente a la de Luis Escribano que provoca la división del PSOE en la asamblea que se celebrará el día 18.

Las relaciones humanas se sustentan en la confianza que proporciona el valor de la palabra dada. Es muy difícil compartir nada con quien no respeta su palabra.

El PSOE se ha caracterizado a lo largo de su historia por principios éticos imprescindibles para que existiera el compañerismo y la solidaridad que establecen nuestros estatutos. Es la hora de mantenerlos y de profundizar en ellos.

A cuenta de este comentario es muy recomendable la lectura de la Tribuna que J. Ernesto Ayala publica en El País el 19 de mayo de 2008

 

El dolor de las mentiras

No creo que a nadie le guste que le mientan. Ni siquiera, por paradójico que parezca, a los que mienten. Cuando nos mienten, algo se rompe. El contrato de sinceridad que se establece entre dos personas sufre una profunda herida si uno de los dos decide no respetarlo. La clase política, más que ninguna otra, dada su alta responsabilidad comunitaria, debería reparar, para decirlo con palabras de Bernard Williams, en este fervor por la veracidad y la honestidad, que llevamos como un gen, adheridas las personas. ¿Creen realmente los políticos que las mentiras son indoloras? ¿Y creen que se las puede además ir hilvanando de discurso en discurso sin que ello no deje secuelas graves para el futuro de la democracia? En España acabamos de pasar unas elecciones. Se supone que los ciudadanos seremos gobernados estos próximos cuatro años. Y se supone que si el partido que gobierna no lo hace bien, por lo menos todo lo bien que prometió que lo haría, el ciudadano reparará en ello, a la vez que también reparará en lo bien o lo mal que lo ha hecho la oposición, además de reparar también en la participación que han tenido en el juego democrático y en la actividad pública el resto de los partidos que conforman el arco parlamentario. Se supone todo ello, a la vez que el ciudadano cada vez más observa cómo paralelamente al desarrollo de la actividad parlamentaria y la acción del Gobierno y de la oposición, se gestiona, sin necesidad de esperar a los cuatro años siguientes, una especie de eterna precampaña, de actividad casi diaria de demolición del oponente y de autopromoción o autobombo de la propia gestión. Así que acabamos de pasar unas elecciones y ya entramos, sin que se explicite, en una larguísima precampaña, incluidos congresos internos de partidos muy ricos en eslóganes preelectoralistas para consumo interno y externo. Es decir, entramos, no bien acabada una, en otra subasta de promesas, que puestos a no poder evitarlas, uno desearía que fueran verdad. O por lo menos, lo más cerca de la verdad. O lo más lejos de la mentira.

 

A las palabras puede que se las lleve el viento. Pero en política, a las mentiras no. Si se insiste en ellas, sedimentan mal. Dejan un reguero de desánimo y pena colectiva que luego cuesta movilizar hacia un nuevo horizonte de esperanza. Tal vez por ello, Barack Obama, en su largo camino a la nominación demócrata, dijo hace unos días en Carolina del Norte que "lo importante es poder responder a las necesidades de los ciudadanos diciéndoles la verdad". Extraña, en este contexto, la diferenciación que hace George Lakoff en el nuevo manual de politología que se ha puesto de moda, "No pienses en un elefante", entre mentira y "pérdida de confianza" en las instituciones, subrayando su nocividad en lo segundo antes que en lo primero. Si mientes a tus votantes y a los que tienes que ganar, no es nada raro que pierdan la confianza en ti y en todo lo que representas.

 

Se puede mentir para alcanzar el poder. O se puede mentir para conservarlo. (O se puede evitar decir la verdad, para lo mismo). Si un político, por ejemplo, nos promete que bajará los impuestos y luego cuando alcanza su objetivo no los baja, es que ha mentido. (Otra cosa es que uno le pregunte al político en cuestión de dónde saldrán los dineros para garantizar un óptimo funcionamiento de los servicios públicos, con lo cual se podía haber ahorrado la mentira, o sencillamente dejará que los servicios públicos se pudran, o se privaticen). Pero también se puede mentir con otras fórmulas más sofisticadas, aseverando que bajando los impuestos se estimulará el consumo interno garantizando de esta manera un crecimiento de la economía. En este caso no es que se mienta, es que no se dice toda la verdad, no se informa de qué repercusiones tiene para el planeta crecer, no se explica qué peligros reales (y corroborados por la comunidad científica) implica estimular el consumo hasta el infinito.

 

El escritor norteamericano David Foster Wallace escribía en su libro Hablemos de langostas, a propósito de la dejación participativa de los que él denomina "votantes jóvenes" en los Estados Unidos, que uno de los ejes de los discursos electorales de John McCain en pasados comicios era la promesa casi religiosa de no mentir. Ese juramento era su máximo activo (otra cosa es que ese juramento se fuera a cumplir). Y Foster Wallace se pregunta en su libro cómo es posible que eso, nada más que eso (y nada menos, claro), hacía que el candidato republicano obtuviera tantos y tantos aplausos en sus mítines. La respuesta que él encuentra es muy sencilla, y ahora mismo todos los políticos, que nunca cejan en su afán de asegurarse los votos del futuro una vez que ayer mismo ya han conseguido los necesarios del presente para gobernar, deberían tomar debida nota antes de desgranar sus promesas imposibles. "Porque nos han mentido miles de veces, y duele que te mientan". Y agregaba el escritor que la mentira te degrada y degrada al mentiroso.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Las ideas son lo que importa

La edad no garantiza que los políticos más jóvenes defiendan posiciones más avanzadas. Si analizamos a las juventudes del PP fácilmente llegamos a la conclusión de que Nuevas Generaciones son más conservadores que el PP.

En el seno de los partidos se viven situaciones absurdas como la que protagoniza algún joven al que se le ocurre reclamar cargos de responsabilidad por una especie de inexistente cuota. Cargos ¿para qué? Si es para figurar aunque no se tenga ninguna idea o para ejecutar las órdenes que alguien le dicte estaremos eligiendo al peor representante.

También es frecuente que se tergiversen las palabras para encubrir una práctica opuesta a la que se dice defender: se habla de renovación para justificar el retroceso, o de política juvenil para aplicar criterios rancios y viejos.

La edad no puede sustituir al mérito y capacidad que son exigibles en todo caso. En los diferentes actos orgánicos todos podemos comprobar quién destaca por sus ideas y quienes intentan no opinar nunca para que no se compruebe su incapacidad.

Tampoco la edad garantiza mayor dedicación a las políticas de juventud. El Gobierno de España de este momento es el más viejo (el de mayor edad media) de todos los que han existido en España desde 1978 y sin embargo es el que más atención ha dedicado a los jóvenes.

Me parece interesante leer el artículo de Rafael Argullol publicado en El País el 7 de diciembre de 2008.

 

 

TRIBUNA EL PAÍS: RAFAEL ARGULLOL 07/12/2008

Trastos viejos, ancianos creadores

A punto de cumplir 100 años el realizador de cine portugués Manoel de Oliveira comentaba el otro día en un coloquio sobre su obra el inmenso placer que le proporcionaba cada nuevo rodaje. El ejemplo de Oliveira, quien hizo su primer documental en 1931, nada menos, es probablemente extremo pero puede relacionarse con los de otros cineastas longevos que últimamente nos han ofrecido notables películas, como Claude Chabrol o Sydney Lumet, para no referirme a directores como Clint Eastwood, el cual, entrega tras entrega, parece aumentar su excelencia a cada año que pasa. 

Las palabras de Manoel de Oliveira acerca de su trabajo, y del disfrute que éste le continuaba procurando, me han recordado lo que afirmaban recientemente otros dos centenarios, o cuasi centenarios, que se mantienen en una plenitud creativa. Moisés Broggi, el cirujano que hizo decisivas aportaciones en la hospitalización de campaña durante la Guerra Civil, sigue escribiendo sus magníficas Memorias. Por su parte, Rita Levi-Montalcini, la neuróloga italiana, contaba graciosamente cómo había escapado de cualquier oferta de jubilación, aun a riesgo de quedarse casi sin dinero, y cómo seguía dirigiendo cotidianamente su laboratorio. 

En los tres casos el común denominador era considerarse a sí mismos como seres capaces de ilusión y no como meros vestigios del pasado. Tenían proyectos de futuro en sus respectivas tareas. Naturalmente, uno puede reírse del hecho de que un anciano centenario albergue proyectos de futuro. Pero, más allá de que cualquiera es libre para establecer sus propias utopías, Rita Levi-Montalcini explicaba muy bien la causa última de su vitalismo de senectud. Venía a decir que no le preocupaba la muerte -necesariamente próxima dada su edad- porque tras tantos años de investigación científica sobre la vida no consideraba que ésta, y por tanto tampoco la muerte, pudiera medirse como lo que sucede a este "pequeño cuerpo nuestro". Su conclusión era que el cosmos merecería que lo viéramos de otra manera, menos mezquina si se quiere. 

No sé si Oliveira o Broggi compartirían esta opinión pero, tan agnósticos como Levi-Montalcini, bien podrían hacerlo pues también ellos han apostado por atravesar la vejez como seres vivientes y no como meros supervivientes. Una elección que, no obstante, no resulta fácil en un mundo con drásticas fronteras cronológicas y siempre al servicio de la cadena productiva. 

A este respecto, por más que se vincule originalmente al júbilo, la jubilación ha acabado por convertirse en nuestra sociedad en algo inquietante. Es completamente seguro que un viejo hoy, gracias a que ha alcanzado la jubilación -o a que ha sido alcanzado por ésta-, se siente en términos económicos o sanitarios más protegido que los viejos de otros tiempos; sin embargo, no estoy convencido de que haya habido el mismo progreso en cuanto al respeto que percibe por parte de la comunidad que le rodea. Es verdad que ahora tenemos viejos en buena forma física e incluso, gracias a los últimos inventos, con resurrecta sexualidad, viejos a los que vestimos como adolescentes y hacemos viajar de un extremo a otro del mundo en animados tours organizados, viejos que entretienen su ocio con todo tipo de maquinitas; pero ¿a alguien se le ocurre que tenga que haber asimismo viejos sabios? 

Creo que, en nuestros días, a casi nadie se le pasa por la cabeza algo semejante. Y, sin embargo, quizá más de un jubilado -incluso con jubilación monetariamente notable- cambiaría sus viajes organizados, sus ocios televisivos y aun sus renovadas proezas eróticas por la percepción de sentirse respetado como alguien que ha consumido los años, precisamente, para adquirir ciertos conocimientos respetables. No sería de extrañar que en nuestra democrática civilización algunos ancianos fantaseasen secretamente, y sin atreverse a decirlo en voz alta, con aquellas remotas épocas en las que la vejez, contemplada como culminación de la existencia, veía compensada la inevitable fragilidad corporal con el don de la sabiduría, que los más jóvenes reconocían respetuosamente a la espera de que llegara, también para ellos, la edad senatorial. 

Cuando hace un par de años vi los criterios con que se realizó el saneamiento de Televisión Española pensé que nunca la estupidez cronologista había llegado tan lejos. ¿Cómo podía ser que la condición principal para permanecer o no en el Ente fuera haber cumplido 50 años? ¿No se daban cuenta en el Ente, con el ingenio metafísico que la propia palabra denota, de la enorme sangría que este igualitario procedimiento significaba? ¿La permanencia de un imbécil o de un ignorante de 35 años debía implicar la expulsión de un talento de 60? Y, pensando ya no sólo en términos creativos sino también económicos, ¿cómo se podían arrojar por la borda tan lastimosamente años de aprendizaje y maduración de realizadores o guionistas que seguramente, tras los cincuenta, llegaban al momento dulce de su profesión? Dado que es indiferente la edad de los que no valen, la marginación de los que valen por motivos de edad me pareció un segregrarismo brutal. 

Sin embargo, en esos dos años he comprobado que Televisión Española, el Ente, ha sido la vanguardia de un proceso que abarca a toda la sociedad. Con la misma excusa del saneamiento, a la que se añade hipócritamente la supuesta promoción de las jóvenes generaciones, la voraz maquinaria de las jubilaciones anticipadas, y más o menos forzadas por las circunstancias, actúa sin contemplaciones en los hospitales, universidades o medios de comunicación. En muchos casos gentes de gran valía se ven obligados a abandonar sus trabajos, justo en el momento de su máximo rendimiento, bajo la acusación implícita, a menudo, de estar impidiendo el acceso a los jóvenes y, en consecuencia, sin tener en cuenta que en la formación de éstos el asesoramiento de los maestros es imprescindible para asegurarse la línea de continuidad cultural que vertebra una sociedad. 

Los efectos de esta política son desastrosos, incluso desde el punto de vista de la renovación generacional que se proclama, pues, con frecuencia, alentados por el igualitarismo cronológico que transforma a los que deberían ser maestros en trastos viejos, muchos de los jóvenes que acaban siendo promocionados no son los más talentosos o los más intelectualmente apasionados sino los más expertos en boletines oficiales y otras burocracias. De seguir así es muy probable que nos quedemos sin los jóvenes que podrían llegar a algo y sin los ancianos que ya habían llegado. 

Miguel Ángel acabó el Juicio Final a los 70 años; Sófocles escribió Edipo en Colono a los 80; G

El Ayuntamiento debe aprobar los proyectos que creen más empleo

El Gobierno de España ha aprobado un Fondo Estatal de Inversión Local que permitirá recibir a la ciudad de Burgos más de 30 millones de euros, cantidad prácticamente equivalente a las inversiones de un ejercicio. Es decir, gracias a estas ayudas, Burgos podrá duplicar sus inversiones en 2009, pues a ellas podrá destinar más de 70 millones de euros. 

Es el primer plan global de estas características que presenta un Gobierno europeo, y las medidas contempladas en el mismo constituyen un hito histórico sin precedentes. El desempleo es el principal factor de exclusión social. Los proyectos que se deben financiar son aquellos que creen más empleo. Sería un fraude a todos los ciudadanos que estos fondos se destinaran a reducir la deuda municipal, a comprar suministros o a financiar proyectos que ya estuvieran previstos en los presupuestos municipales. 

Gran número de burgaleses demandan  que los parques forestales se cuiden mejor. Seguramente, las tareas silvícolas y de limpieza de zonas como el Castillo, Fuentes Blancas, pinar de Cortes, pinar de Villalonquéjar y el conjunto de masas forestales de la ciudad desborda las posibilidades del mantenimiento ordinario. Ahora tenemos la oportunidad de intervenir exhaustivamente en labores de limpieza, desbroze y tratamiento en todas las masas forestales de la ciudad. Este proyecto crearía muchos puestos de trabajo. 

También existen otras necesidades cuya satisfacción no estaba prevista en los presupuestos de 2009. Una intervención integral en San Juan de los Lagos está plenamente justificada. Las segundas o terceras fases en los barrios periféricos también encajarían en estas  previsiones. Se puede intervenir en la remodelación integral del polideportivo Lavaderos y las piscinas de San Amaro. El campo de fútbol de El Plantío necesita amplias obras de mantenimiento así como el mercado municipal del G 9. 

Calles de Gamonal, Capiscol, barriada Inmaculada y San Pedro y San Felices están esperando la primera urbanización y ahora se puede hacer. Esta inyección extraordinaria de recursos contribuirá a reformar la ciudad y a que muchos burgaleses puedan encontrar un empleo.

 

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Selección adversa

En los procesos de elecciones internas en un partido político conviene tener en cuenta también el modelo de organización que unos representantes u otros pueden configurar.

El artículo que se reproduce analiza la realidad que vivimos hasta el punto de que no sería necesario ningún tipo de concreción para ver reflejadas realidades muy cercanas.

Si alguna persona se siente aludida cuando se habla de “políticos profesionales” tiene un problema personal y mucho mayor es el problema de la organización en la que milite. Lo razonable es resolver el problema personal buscando un trabajo que le permita una autonomía personal y una independencia de la que actualmente carecería. De esta manera tampoco se lastraría a su organización con una carga que llegará a ser insoportable.

A los que se identifiquen con los “externos” les animaría a que continuaran intensificando su compromiso con su organización porque ellos sí que son imprescindibles para que la democracia interna sea real y el debate político posible.

 

Artículo publicado en el País el 4 de julio de 2003

El concepto de representación política recoge dos definiciones de lo que debe ser un buen representante. Por un lado, el concepto elitista de representación sugiere que un representante es realmente bueno cuando, en muchas de sus características, es mejor que los ciudadanos a los que representa. Es en la calidad excepcional del político, en su honradez,  inteligencia o formación, en donde reside la buena representación. El que es mejor es capaz de hacer lo mejor para los otros. Por otro lado, la representación descriptiva exige que los representantes sean iguales a los representados. Los políticos deben ser un espejo fiel de lo que es la sociedad. Únicamente el que es igual es capaz de hacer lo adecuado para los ciudadanos a los que representa.

En nuestro país se tiene a veces la impresión de que ninguno de estos dos conceptos de representación refleja las características de nuestra clase política. La distancia entre representantes y representados parece haberse acrecentado en la dirección contraria a la deseada. Los españoles son ahora mejores ciudadanos de lo que eran hace 20 años, pero nuestros representantes, o parte de  ellos, parecen haber ido a peor. La percepción de que no tenemos los políticos que queremos o merecemos, sino peores, ha estado implícita en los análisis que se han hecho de las elecciones del 25 de mayo, especialmente para dar cuenta de los resultados obtenidos por el PSOE. En distintos medios de comunicación se ha dicho que, en términos generales, los socialistas no convencen. Se ha sugerido que el PSOE ni cuenta con todos los que podría contar ni todos con los que cuenta producen excesiva confianza. Dicho de otro modo, hay gente valiosa que podría estar y no está, mientras que algunos de los que están no deberían estar. Tamayo y Sáez representan, obviamente, el ejemplo extremo de lo que no debe ser un político. En sabiduría, inteligencia y honradez están a años luz de la idea que uno tiene de un buen representante.

La presencia de malos políticos no es casual, sino que responde a un problema de selección adversa en los partidos. En teoría económica se habla de selección adversa cuando los peores son los únicos que se ofrecen para participar en un mercado. Esto es lo que sucede, por ejemplo, en las agencias matrimoniales. Únicamente los menos atractivos del mercado de solteros demandan los servicios de estas organizaciones. En los partidos políticos el problema de selección adversa se manifiesta en que aquellos que se ofrecen para ocupar cargos políticos no son siempre los más valiosos.

Simplificando la realidad, en la selección de cargos políticos pueden distinguirse dos grupos de personas potencialmente elegibles. Por un lado están aquellos que trabajan exclusivamente para la organización. Son los políticos profesionales. Estos individuos han invertido mucho tiempo en la vida interna del partido, lo que en ocasiones dificulta el desarrollo de una carrera profesional externa a la formación política. Por otro lado están los individuos con una profesión ajena a la organización, en ocasiones muy valiosos, y con un compromiso político similar al de los burócratas del partido. Podrían denominarse  los externos.

La existencia de estos dos grupos suele crear tensión en los partidos. Por una parte, los políticos profesionales se sienten amenazados por la entrada en la organización de los externos. Sin embargo, son los primeros los que disponen del tiempo, el conocimiento de la realidad política y los contactos internos para colocarse de forma más efectiva en el proceso de  selección. Y, lo que es más importante, poseen unos incentivos mucho mayores para permanecer dentro de la organización. Para el político profesional, la dedicación exclusiva al partido dificulta la vuelta al mercado laboral. Por eso, a medida que pasa el tiempo la opción de mantener el cargo político se torna cada vez más valiosa frente al resto de alternativas ocupacionales. Incluso aparece el riesgo de que el creciente interés por permanecer en la política confluya con el de la propia supervivencia económica. Por otra parte, los externos se sienten poco atraídos por la idea de hacer vida de partido y participar en estructuras y debates en ocasiones anacrónicos. Además, el tiempo y el esfuerzo invertidos pueden erosionar su proyección profesional y hacerles perder las cualidades que como externos son capaces de aportar al partido. Asimismo, perciben el rechazo de los burócratas. Por todo ello, es muy frecuente que personas muy valiosas de entre los externos carezcan de incentivos para acercarse a los partidos. Aquellos que podrían mejorar la calidad de la representación política se resisten a ocupar cargos políticos. Desde el punto de vista de los objetivos de la organización, la ausencia de externos es nociva. Los partidos acaban compitiendo en peores condiciones en las elecciones, y cuentan con equipos menos valiosos.

El fenómeno de la selección adversa puede verse reforzado en mayor o menor medida por las estructuras organizativas internas. Una estructura descentralizada se caracteriza por la existencia de varios centros de poder político. Bajo estas circunstancias, garantizar la estabilidad del partido requiere un equilibrio entre los distintos centros de poder. Por ello, la constitución de un nuevo órgano de dirección viene a menudo precedida de una negociación. El resultado es que algunos de los representantes de las distintas familias figuran en puestos de responsabilidad no por su demostrada inteligencia, sabiduría u honradez, sino porque es el precio a pagar por el apoyo prestado. Como consecuencia, el partido acaba  promocionando a individuos que, a pesar de que contribuyen a garantizar la estabilidad del partido a través del equilibrio de poderes, representan un coste excesivo en términos de valía política. El partido se convierte en una organización todavía menos atractiva para los externos.

Una de las claves para solucionar este problema de selección adversa en los partidos es que el líder, una vez arriba, no se sienta hipotecado. Es posible que la libertad del líder para elegir su equipo sea grande en dos extremos opuestos de modelos de organización. En los partidos en los que es el propio líder el que decide su sucesión, la capacidad para seleccionar a los mejores suele ser mayor, aunque con lleva la supresión de la democracia interna. Éste es el modelo al que se aproxima el Partido Popular. En el otro extremo se encuentra un modelo de partido en el que los afiliados (e incluso también los simpatizantes) eligen directamente al líder. En este caso, el líder logra su libertad por deberle algo a muchos, sin que sea  posible averiguar a quién le debe qué.

El modelo intermedio es el que prevalece actualmente en el PSOE. Este modelo perpetúa el problema de la selección adversa porque carece de las virtudes de cada uno de los modelos anteriores. El líder no es lo suficientemente autoritario como para imponer su decisión sin someterla a un intercambio de poder ni tampoco posee la libertad de elección que le otorgaría haber sido elegido directamente por los militantes (y simpatizantes). En consecuencia, está obligado a admitir en su equipo a algunos de los representantes de los grupos de poder que median entre la dirección del partido y los militantes. Por ello, si el PSOE quiere configurar un equipo con el que pueda llegar al Gobierno, debe revisar una estructura organizativa que no sólo permite la promoción de individuos cuyo interés personal se antepone al del proyecto político, sino que dificulta el acceso a puestos de responsabilidad de personas valiosas.

(*)Firman conjuntamente este artículo los politólogos Belén Barreiro (actualmente es presidenta del Centro de Investigaciones Sociológicas), María Fernández Mellizo-Soto, Sandra León e Ignacio Urquizu.

lunes, 8 de diciembre de 2008

El mercado de ganados es una dotación necesaria que también podría construirse en otro término municipal

No hay que descartar que el mercado ganadero pueda edificarse en municipios limítrofes, bien comunicados con la ciudad y con una red de carreteras nacional y regional. Recuerdo que cuando se estaban buscando terrenos para construir una instalación industrial ligada a la ganadería, no fue fácil encontrarlos dentro del término municipal hasta que se localizaron unos en el límite. 

Este servicio ha funcionado satisfactoriamente en la ciudad y si las organizaciones agrarias consideran que se debe mantener y hay demanda suficiente, el Ayuntamiento debe colaborar en el empeño. 

Hay que exigir seriedad al Ayuntamiento. Poco antes de las elecciones celebradas en el 2007, autoridades de las instituciones gobernadas por el PP se fotografiaron con los representantes agrarios alardeando de que habían llegado a un acuerdo para construir el nuevo mercado. Un año y medio después comunican a la opinión pública que en los terrenos elegidos no se puede construir. ¿No lo sabían cuando firmaron el convenio? ¿Necesitan 18 meses para conocer al detalle los terrenos? 

Llegado a este punto, si no se pueden utilizar estos terrenos hay que buscar urgentemente otros en Burgos o en el alfoz. No quiero ser demasiado duro, pero la actuación municipal sólo puede calificarse de negligente e irresponsable. ¡Qué desidia! 

La industria agroalimentaria burgalesa es muy importante. No es fácil mantener las actividades ganaderas. Si le mercado es necesario, constrúyase cuanto antes dejando a un lado los aprovechamientos oportunistas que sólo buscan réditos electorales coyunturales.

 

Agrupación Local PSOE


La lectura de la entrevista al Secretario General Provincial que publica Diario de Burgos en su edición del día 8 de diciembre de 2008, me suscita el siguiente comentario.

El artículo 7.e de los Estatutos Federales del PSOE aprobados en su último Congreso establece “el derecho a realizar manifestaciones públicas, juicios de valor y expresión de opiniones, de forma libre, leal y responsablemente con los límites del respeto a la dignidad de las personas, así como a las resoluciones y acuerdos democráticamente adoptados por los Órganos del Partido, en el marco de sus competencias estatutarias.

Hasta hace unos pocos años no era habitual leer a dirigentes del PSOE criticar públicamente a compañeros del partido salvo cuando ello viniera motivado por comportamientos impropios de un militante socialista.

Sin embargo esta parece ser la tónica dominante en cualquier intervención pública que realiza nuestro Secretario General Provincial.

Está bien saberlo porque, aunque piense que esta dinámica es muy perjudicial para el PSOE, peor sería que se soportara en silencio estas reprobables prácticas.

El Secretario General critica a todos los militantes de la Agrupación Local de Burgos que han venido decidiendo en asambleas periódicas la línea política a seguir sin que nunca hayan existido alternativas diferentes.

Criticar utilizando vaguedades inconcretas es la peor actitud que se puede observar. Estoy seguro de que a todos los militantes de Burgos les hubiera gustado escuchar alguna vez al Secretario Provincial una idea, crítica o sugerencia sobre la política que debe seguir el PSOE en Burgos. Una vez en 9 años no es mucho pedir pero no consta que ningún militante del PSOE haya tenido esa fortuna en las numerosas asambleas que se han celebrado.

Si a esto le añadimos que la Agrupación Local es autónoma en sus decisiones sin que sea lícito que otras instancias del partido sustituyan la voluntad de sus afiliados es más inconcebible aún el contenido de esta entrevista.

La derecha burgalesa estará frotándose las manos. Aunque tenga sus propios problemas, la lectura de la entrevista a Jimenez les causará un gran alborozo y un deseo irrefrenable por brindar con el mejor vino que tengan en sus casas.

 

viernes, 5 de diciembre de 2008

Provincianismo

La Consejera de Hacienda de la Junta de Castilla y León, sibilinamente, ha llamado provincianos a todos los burgaleses que ayer se manifestaron en contra del proceso de integración de las Cajas de Ahorro en Castilla y León.

Es la Consejera la que precisamente ha dado muestras de provincianismo, igual que Herrera, al querer limitar nuestro horizonte al ámbito de nuestra región.

Precisamente uno de los argumentos de los que se oponen a este proceso es que se respete que las Cajas de Burgos puedan tomar sus decisiones teniendo en cuenta exclusivamente la racionalidad económica, los intereses de sus impositores y de la sociedad en la que desarrollan sus actividades.

Por este motivo muchos defendemos que si fuera necesario unirse con otras entidades financieras esta integración o colaboración no se limite a las Cajas de Castilla y León y puedan establecerse relaciones con Cajas de otras comunidades autónomas.

Ciertamente la torpeza de la Consejera es de libro. Su provincianismo es mayúsculo. Su torpeza es la peor ayuda que pueden encontrar aquellos que defienden el proceso de integración de las Cajas de Ahorro de Castilla y León.