Es la única posibilidad real de que el conflicto que enfrenta al equipo de gobierno con los bomberos, y también con el resto de empleados municipales, no tenga graves consecuencias en el futuro.
La gestión de los recursos humanos, al igual que las relaciones humanas, se sustenta en la confianza mutua y en el valor de la palabra.
Cuando una de las partes no cumple sus compromisos y la otra se siente engañada y manipulada es seguro el conflicto. Ese es el fondo del problema actualmente existente y lo que explica el lógico enfado de los bomberos.
Los servicios públicos municipales son fundamentales para el funcionamiento ordinario de la ciudad y para el bienestar de los burgaleses.
Los servicios públicos necesitan empleados municipales motivados y comprometidos con la ciudad y con el ayuntamiento.
Al inicio de los conflictos laborales nunca se sabe cómo terminarán pero lo que sí es seguro es que si Aparicio no consigue restablecer la confianza en su palabra habrá causado un grave perjuicio al Ayuntamiento y a la ciudad.
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