Quien haya escuchado o leído a la concejala responsable de personal sus declaraciones de ayer con relación al PSOE y los bomberos habrá pensado que esta persona sufría un trastorno mental transitorio y necesitaba urgentemente atención sanitaria.
Se ha descubierto que este no es el problema. Los periodistas asistían atónitos a un acto en el que la concejala leía un papel. Posteriormente averiguamos que estaba escrito por el responsable de prensa del PP con el visto bueno de Aparicio.
Este es el auténtico problema. Durante sus años a la sombra de Aznar ha asumido lo que éste le enseñó. En política vale todo; la calumnia e injuria, la carencia de principios es válido si se obtienen réditos políticos.
Tal vez Aparicio se haya mirado a sí mismo y piense que unos funcionarios públicos son fácilmente manipulables. ¿Es ese el concepto que tiene de sí mismo?
El recurso de buscar a alguien a quien culpabilizar de sus faltas es habitual en el alcalde. Tiene tiempo para rectificar por el bien de todos.
El PSOE ha manifestado públicamente su postura y así lo seguirá haciendo le gusto o no a Aparicio. Con claridad y transparencia aunque él no lo pueda entender. Ni intentamos manipular a nadie, ni dejamos que nadie nos manipule ni nos retraen las deleznables prácticas de Aparicio.
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