jueves, 3 de julio de 2008

Respetemos el descanso de los vecinos.

En fiestas todos tenemos que soportar molestias que son consustanciales con la celebración festiva. Sin embargo es exigible al Ayuntamiento que estas molestias sean las imprescindibles y que se sea justo en el reparto de las cargas que debemos soportar.

Sentado en una terraza en la calle Obdulio Fernández he comprobado que es imposible descansar con el ruido generado por los conciertos que se celebran en el aparcamiento de Alcampo.

Comprendo perfectamente el enfado de los vecinos de esta calle, de los que viven en Juan Bravo y de todo los demás inmuebles afectados. Las molestias no sólo se producen durante la celebración del concierto sino también durante los ensayos que comienzan a primera hora de la tarde.

Una persona que se levante a las cinco de la mañana para incorporarse a su trabajo a las seis es imposible que haya descansado. Esto durante una semana es absolutamente insoportable.

La celebración de conciertos en zonas urbanizadas tiene ventajas porque evita desplazamientos en vehículos públicos o privados y facilita el acceso a mayor número de ciudadanos. Ahora bien, no es admisible concentrar todos los conciertos en un mismo lugar impidiendo el descanso a esos vecinos durante todas las fiestas.

No es razonable ni tampoco conveniente. El único argumento del equipo de gobierno es que se abaratan costes porque con un escenario se cubren todas las necesidades. Endeble argumento porque no es excesivo el coste de un segundo escenario para desplazar la celebración de conciertos a otros lugares.

Tampoco es conveniente porque todos los vecinos aceptan uno, dos o tres días de molestias si se celebran estos conciertos en su barrio. Lo que nadie soporta es 7 días sin dormir.

Es intolerable que el Ayuntamiento incumpla la normativa municipal y además se niegue a hablar con los vecinos para buscar soluciones consensuadas. No tengo duda de que si los ciudadanos se unen y reclaman judicialmente, los tribunales les darán la razón generando un problema cuyo único responsable será el equipo de gobierno municipal por su intolerancia.

Este mismo razonamiento es aplicable a los vecinos afectados por la instalación de unas barracas en una zona totalmente inapropiada.

Las barracas deben instalarse en una zona periférica que no moleste al vecindario y los conciertos se deben distribuir por todos los barrios de la ciudad repartiendo las cargas que se deben soportar.

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