viernes, 4 de abril de 2008

La inversión en los barrios es insuficiente y carente de justicia y equidad

Para acotar los términos del debate me referiré, en primer lugar, a los barrios periféricos, llamados así por su desconexión con la trama urbana del resto de la ciudad. Estos barrios se han desarrollado muy desordenamente y no reciben la atención debida por parte del Ayuntamiento. Sirva como ejemplo que el agua potable llegó por primera vez a Cótar en el año 2000 y que la primera urbanización de Villagonzalo Arenas se realizó en 2002.

Un Ayuntamiento progresista debe tratar con justicia a todos los barrios de la ciudad. Un tratamiento igualitario significa atender prioritariamente las necesidades básicas de estos habitantes, aunque ello signifique una inversión por habitante muy superior a la media de la ciudad.

Atendiendo a este principio, en la legislatura 1999-2003, se hicieron proyectos para remodelar las infraestructuras de Villafría, Villatoro, Cortes y Castañares, cuya primera fase fue íntegramente financiada y prácticamente ejecutada.

Aparicio paralizó las segundas fases, previstas para los años 2003 y 2004, con el insustancial argumento de que era necesario atender a otros barrios. Con esta disculpa, no se ejecutaron las inversiones previstas ni tampoco las de Villalonquéjar, Villímar y Ventilla, que tardaron años en hacerse, o las riberas del Vena en Villafría y Cótar, que se acometerán este año.

Frente a esta realidad, el PP realiza una obra totalmente innecesaria en el encauzamiento del Vena en Reyes Católicos. De los seis millones de euros empleados, al menos cuatro y medio han sido despilfarrados, con el agravante de que hubieran sido suficientes para realizar las inversiones que Aparicio ha negado a estos barrios.

En otros lugares de la ciudad también existen deficiencias importantes. El más necesitado de dotaciones públicas para atender a la gran población que acoge sigue siendo Gamonal Capiscol. Las barriadas tradicionales deben atenderse para compensar las cargas de las limitaciones urbanísticas impuestas. San Pedro y San Felices y San Pedro de la Fuente son dos de los barrios más antiguos de la ciudad que no reciben la atención debida. Por otra parte, hay que controlar que las nuevas urbanizaciones tengan la calidad debida, pues se ha comprobado que se habitan con cargas de urbanización pendientes que son una fuente continua de problemas.

Todos los barrios de la ciudad necesitan la atención municipal. El arte de gobernar consiste en definir prioridades aplicando criterios de justicia y equidad.

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