No existe ninguna participación ciudadana en la elaboración del presupuesto

La participación ciudadana es sinónimo de responsabilidad. No hay participación posible si no hay información.
No se puede considerar que existen cauces de participación por el hecho de que se pida a los consejos de barrio, y no a todo el tejido asociativo, una relación de las inversiones que consideren más urgentes. Esta es una posibilidad que todos los vecinos tienen con sólo enviar sus peticiones a través del registro municipal.
La participación ciudadana es algo mucho más serie. Es una voluntad de compartir una decisión facilitando la posibilidad de que los ciudadanos puedan emitir su opinión sobre las prioridades municipales, e incluso, asumir la responsabilidad de tomar decisiones que puedan vincular al equipo de gobierno.
La elaboración del presupuesto tiene dos fases. La primera se produce con la aprobación de las ordenanzas fiscales que determinarán los ingresos municipales. En este proceso no se ha posibilitado ninguna participación vecinal decidiendo unilateralmente el equipo de gobierno el incremento de la presión fiscal sin dar explicación alguna, sin fomentar el debate público y sin escuchar a los vecinos.
El siguiente proceso se produce con la presentación del proyecto de presupuestos para lo que se pide la relación de necesidades a la que he hecho mención. El equipo de gobierno no facilita la información suficiente para poder participar con responsabilidad pues ninguna información se conoce sobre la política de ingresos ni sobre sus prioridades de gasto. Se pide el envío de una especie de cartas a los Reyes Magos para que éstos, es decir, Aparicio, decida lo que le parezca oportuno sin someterse a ninguna otra consideración.
El único intento serio de establecer cauces de participación ciudadana en los presupuestos municipales se realizó en noviembre de 2001 mediante la elaboración del Programa de Actuación Municipal, distribuido a todo el tejido asociativo, que fundamentó el debate sobre el Estado de la Ciudad celebrado durante los días 11, 12 y 17 de diciembre de ese año. Este documento sí que explicó a todos los burgaleses las prioridades del Ayuntamiento para el año siguiente y los criterios que inspiraron su realización. Lo que ahora se realiza sólo es propaganda.