lunes, 11 de enero de 2010

Recio medievalismo



La ciudad anterior a 1887 es la que le gusta a Aparicio. Así lo expresa con claridad en el panel “informativo” que ha colocado en el puente de Santa María.

El alcalde no para de colocar obstáculos en la vía pública. El batiburrillo de la plaza Alonso Martínez tiene su continuidad allá donde el PP pone sus ojos.

En este caso, además, nos deleita con un texto que pone de manifiesto el concepto que tienen de la ciudad y que explica lo realizado en el puente de Santa María, el tipo de “objetos” que encarga a las fundiciones y el modelo de urbanizaciones que ejecuta con la inestimable ayuda de la empresa que realiza todos los proyectos en la ciudad.

Leamos el texto: “La verdadera transformación del puente tuvo lugar en 1887, cuando se amplía de forma similar a como se había hecho con el puente San Pablo en 1789.

La reforma levantó protestas y lamentaciones, ya que si bien se ganaba la amplitud necesaria para el tráfico, cada vez mayor, el puente perdía su aspecto de recio medievalismo en perfecta consonancia con el pasado histórico de la ciudad.

En el año 2006, la ciudad ha recuperado para los peatones el puente que nunca debió perder y con el que convivió durante siglos.”

No tiene desperdicio. Parece que para Aparicio los siglos XIX y XX se han perdido para la ciudad y hay que recuperar ese recio medievalismo cerrando las puertas a los nuevos aires y corrientes culturales.

Es de esperar que ese furor medievalista no implique que se pretenda recuperar la muralla de la ciudad derribando los edificios construidos en el paseo del Espolón entre los que se encuentra el Ayuntamiento.

4 comentarios:

Casía dijo...

dejate, dejate, no les des ideas

Angel Olivares dijo...

Igual me he equivocado como tú dices porque comprobar que toda la creatividad de este gobierno municipal es malcopiar el puente que existía en 1885 es una muestra clara del peligro que corre el patrimonio de Burgos.

Anónimo dijo...

Hay otra forma de levantar la muralla. Las peatonalizaciones sin criterio. No estoy en contra de un centro peatonal, pero tengo la sensación que para acercarte has de pagar un portazgo en forma de aparcamiento subterráneo. Si al menos el transporte público fuera racional...

Reyes dijo...

Tal vez, en esta ciudad, recuperar el recio medievalismo nos impulse hacia la progresía. ¡Borrón y cuenta nueva...! ¡Ay, si se pudiera o se fuera pudiendo!, que decía...¡no me acuerdo!. Un saludo.