viernes, 1 de enero de 2010

Justicia y talento para afrontar el futuro

Nos ha tocado vivir una de las crisis económicas más graves por las que ha atravesado el mundo contemporáneo. Nuestra economía se enfrenta a una serie de retos que se deben afrontar con decisión. La pérdida de competitividad en algunos sectores y las complicaciones adicionales de muy distinta envergadura convergen en la más seria y dolorosa de sus consecuencias, la pérdida de empleo y el aumento del paro. Un grave problema que hemos de frenar y sanar, dedicándole nuestro mejor empeño y nuestra mayor solidaridad.

En situaciones de crisis, las políticas conservadoras tienden a dejar en la estacada a los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Es la política de los dos tercios. La mayoría de la población va, mal que bien, solucionando sus problemas a costa de abandonar a su suerte al tercio de la población restante. Frente a esta práctica, conviene precisar que sin cohesión social no saldremos de la crisis.

¿Qué podemos o debemos hacer en la ciudad para superar esta coyuntura? No cometeré la osadía de intentar vaticinar qué va a suceder en el próximo año. Ni optimismos ilusos ni derrotismos irresponsables.

Sin embargo, por mucho que cambie la situación económica, propongo tres líneas de actuación que el Ayuntamiento debiera desarrollar en 2010: Incrementar la cohesión social, estimular la innovación y la atracción de talento y preparar las bases del futuro crecimiento.

La dignidad de la persona se expresa en derechos y libertades que no prescriben, universales, iguales e inalienables. Conceptos y derechos del todo imprescindibles para configurar el marco político, jurídico y social que el ser humano requiere para desarrollarse en plenitud.

El paro es la principal causa de exclusión social. Una actuación pública responsable no puede ignorar esta realidad y debe ordenar sus políticas para no excluir a quien ha perdido su empleo o desea insertarse en el mercado laboral y no puede. La sociedad ha de procurar a estas personas los medios suficientes para vivir con dignidad.

Otras ciudades españolas nos enseñan el camino a seguir. Desde la bonificación del transporte público en un 90% para los parados de larga duración hasta la creación de talleres de empleo, pasando porque las obras con cargo a la financiación del Plan E generen más empleo, son medidas eficaces que el Ayuntamiento puede poner en marcha.

En este marco, además, merecen una especial atención y amparo los colectivos con necesidades específicas como la infancia, las personas mayores, o cuantos padecen alguna discapacidad. Hay que incrementar sustancialmente el presupuesto dedicado a bienestar social y fortalecer la sanidad pública que, a pesar de contar con buenos profesionales, pierde calidad día tras día por no ser una prioridad para la Junta de Castilla y León y por su intención de privatizar servicios esenciales.

Estas políticas son un magnífico catalizador de esfuerzos e ilusiones para fomentar la identificación con la ciudad, huyendo de falsos burgalesismos, pues promueven la paz, la concordia y el progreso en libertad.

Para la recuperación del crecimiento económico, para la creación de empleo y el logro de mayores cotas de bienestar social, es primordial que desde todos los ámbitos surjan nuevas iniciativas emprendedoras que actúen como semillas de futuro impulsoras de esa tarea modernizadora de la sociedad.

Los burgaleses tenemos una doble oportunidad: La apuesta por la economía de la cultura y el potencial de nuestro desarrollo industrial.

El arquitecto español Emilio Tuñón -Premio Mies van der Rohe de la Unión Europea en 2007 junto a su colega Luis Moreno Mansilla- ha definido los edificios creados por ambos como “oscilación permanente entre sonido y sentido”. “El sonido -dice Tuñón- es el optimismo, la alegría, las ganas de jugar; mientras que el sentido es las ganas de servir a la sociedad”.

Hoy, el complejo de la Evolución Humana supone una gran oportunidad de diferenciación y de creación de valor. Cuando los expertos buscan incentivar el talento, la creatividad o la innovación para transformar las ideas y progresos científicos en realidades productivas que desbloqueen la creación adicional de empleo, los burgaleses nos encontramos con un centro científico de primer nivel y un complejo cultural en el marco del magnífico proyecto realizado por Navarro Baldeweg, que puede ser referencia en el mundo.

Si a esto le sumamos la capacidad innovadora de la industria burgalesa, el futuro se presenta esperanzador, siempre y cuando tengamos confianza en nuestras posibilidades, abandonemos el pesimismo histórico que a veces nos paraliza y dejemos de lado el provincianismo que caracteriza a los dirigentes tradicionales de nuestra ciudad.

Se ha perdido un tiempo precioso en desarrollar el Parque Tecnológico. Intentemos recuperarlo. Apoyemos a la Universidad y al sistema educativo en su conjunto, que son los medios necesarios para retener y atraer talento.

Cuando las crisis aprietan se necesita, más que nunca, incrementar la eficiencia de los recursos públicos. Repavimentar una acera está bien, pero no es una decisión inteligente, de futuro, cuando existe un elevado déficit de infraestructuras básicas para la ciudad y de dotaciones sociales y culturales.

¿Cómo aprovechar la recuperación económica cuando se produzca si no podemos crecer por carecer de una depuradora con la suficiente capacidad o por estar limitada nuestra posibilidad de suministro de agua potable?

El ciclo del agua necesita inversiones urgentes que no pueden esperar. Esto es mucho más importante que casi todas las inversiones de los últimos seis años. La misma consideración cabe hacer respecto al Parque Tecnológico o a la carencia de bibliotecas y centros deportivos suficientes. Estas inversiones sí que garantizan el futuro. Al no hacerlo, se corre el riesgo de perder el tren de la recuperación económica por la insuficiencia de infraestructuras básicas.

Nuestro futuro depende de nosotros. Nadie nos va a regalar nada. Seamos exigentes con la Junta de Castilla y León y con el Gobierno de la Nación, pero no nos encasillemos en un victimismo que no ha solucionado ningún problema en los últimos cien años.

Este es el camino a transitar el próximo año. Recorrámoslo sin esperar a que sean otros quienes resuelvan lo que sólo a nosotros nos corresponde afrontar. Volquémonos en ese gran esfuerzo individual y colectivo, en toda nuestra capacidad de emprender, de imaginar y de innovar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ángel, lamento no estar de acuerdo contigo. Nuestro tejido industrial está gravemente perjudicado por el diseño de infraestructuras generales que habéis hecho PP y PSOE. La desubicación de Burgos en las conexiones ferroviarias pasará factura (lo de no conectar a Burgos son Santander y hacerlo desde Palencia es una grandisima faena, y el directo por Aranda otra). El retraso de las autovías a Santander y a Logroño también. En eso tenéis responsabilidades serias los dos partidos, que en los últimos 20 años habéis estado alternando gobiernos nacionales. Y las infraestructuras son fundamentales para que el empresario ponga en el mercado su producto lo más rápidamente posible. En Burgos se lo hemos puesto muy difícil.

Y lo siento, soy provinciano. Me gusta Burgos y nada tengo que agradecer a Castilla y León en sus 27 años de andadura. Más bien al contrario. Muchos reproches. Tú pones un muy buen ejemplo con el Parque tecnológico. Si la decisión se tomara en el paseo del Espolón y no en Valladolid, ahora seguro tendríamos empresas funcionando. Y lo mismo sirve para la defensa y reivindicación en materias de infraestructuras que hago antes. Se podrían poner innumerables ejemplos.

Feliz año nuevo.

Angel Olivares dijo...

Respeto tu opinión aunque no la comparto.
El establecimiento de la capitalidad en Valladolid le ha supuesto un impulso considerable a esta ciudad.
A pesar de ello, Burgos en los últimos 30 años, se ha desarrollado más que el resto de las ciudades de nuestra región sin que haya incidido en ello la actividad de las administraciones públicas.
Ello ha sido posible porque nos hemos dedicado a trabajar con nuestros medios y posibilidades sin perder fuerzas en confrontaciones estériles.
Un ejemplo muy reciente es el del Museo de la Evolución Humana. Este proyecto se está realizando por haber seguido esta política. Se me acusó de cierto personalismo y de tomar decisiones sin contar con la Junta de Castilla y León. Estas críticas tienen parte de razón pero lo hice a propósito porque estaba convencido de que si esperaba todavía estaríamos pendientes de decidir si el Museo se hace o no. Una buena idea cala en la sociedad que se moviliza para realizarla, para remover los obstáculos y convencer a las administraciones públicas. Este es el camino.
El parque tecnológico de Boecillo se ubicó en esta localidad vallisoletana cuando Aparicio era Vicepresidente de la Junta de Castilla y León. Pienso que la decisión más favorable para la región es que estuviera en Burgos.
El localismo burgalesista nunca ha conseguido nada positivo para nuestra ciudad. El único beneficiario de esta política son los "rentistas" burgaleses que viven de ello desde hace cien años.
En mi opinión, hay que ser muy exigentes y críticos pero sin perder de vista que lo fundamental depende de nuestro trabajo.

Anónimo dijo...

Yo también te respeto Ángel, y después de leer tu respuesta, hasta veo la posibilidad de sintonizar. Estoy totalmente de acuerdo en que nuestro trabajo es lo fundamental para salir adelante. Pero nos tienen que dejar hacerlo. Las decisiones que se toman desde la administración vallisoletana nos lo ponen difícil. Burgos difícilmente podrá crecer industrialmente (por mucho que queramos trabajar) sin la ampliación de la depuradora, sin el polígono industrial de Buniel, sin el parque tecnológico,... Y curiosamente todo esto se frena en el mismo sitio. Es de agradecer que el gobierno de España ayude en la depuradora, pero muy criticable que la Junta lo dilate. ¿Lo ves? mi subconsciente me lleva a que la Junta es un freno para Burgos, y que cuanto antes lo retiremos mejor.

Por otro lado, el MEH me ilusiona un montón. Y reconozco el valor de tu apuesta, que como bien dices fue muy respaldada por la sociedad de a pié, y eso lo catapultó. Pero no debemos parar ahí. Se generará trabajo en hostelería, pero no sólo de hostelería puede vivir Burgos. Debe existir la posibilidad de trabajar en otros ámbitos y que quien tiene las competencias nos deje. Si no nos deja, debemos saltar ese obstáculo. Creo que la conversión de la Diputación de Burgos en Gobierno autónomo de Burgos (descentralizado en Miranda y Aranda) sería lo mejor.

Gracias por leerme y un cordial saludo.