La noticia de la suspensión de los vuelos de Lagun Air en el aeropuerto de Burgos sorprendió al alcalde visitando unas instalaciones militares de control aéreo. ¿Será porque su proyecto para el aeropuerto de Burgos se limita a que aviones militares sobrevuelen el aeropuerto de Villafría?
Como está permanentemente dedicado a otras actividades y con la mente en otros lugares los problemas de Burgos siempre le pillan en fuera de juego. Con motivo de la inauguración de Villafría ya expresé mi opinión de que el aeropuerto burgalés debe recibir las mismas ayudas de la Junta de Castilla y León que el resto de los aeropuertos de la región.
Los antecedentes son públicos. En León se constituyó un consorcio entre la Junta, Ayuntamiento y Diputación para promocionar el aeropuerto. Este consorcio convocó un concurso público para seleccionar una compañía aérea que, a cambio de un contrato publicitario, estableciera unas líneas aéreas estables a destinos de interés para Léon. A esta finalidad se dedicaron 2,9 millones de euros anuales.
En Burgos el PP se ha limitado a celebrar dos reuniones y a colocar unos carteles publicitarios en la ciudad como si la promoción del aeropuerto necesitara hacerse entre los burgaleses.
Deslumbrado por las estrategias de lanzamiento desarrolladas por las compañías aéreas Aparicio no ha hecho nada para garantizar el funcionamiento del aeropuerto de Burgos durante los próximos años. Ahora se lleva la sorpresa de que una de las compañías anuncia la suspensión de sus actividades en Burgos.
La política empresarial de Lagun Air y sus problemas con la Junta de Castilla y León son ajenos a la ciudad de Burgos. Las administraciones deben seleccionar mediante concurso público a las empresas que presenten mejores ofertas al margen de quienes sean sus propietarios.
Lo que sí que afecta y perjudica a la ciudad es la inactividad de Aparicio que debe encabezar la estrategia de promoción del aeropuerto y exigir de la Junta el apoyo que ya ha prestado a otras ciudades.
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