viernes, 5 de septiembre de 2008

La austeridad municipal

La pésima gestión económica municipal es evidente. En los últimos días se han conocido dos actuaciones municipales que lo ponen de relieve y que demuestran que el llamamiento realizado por Aparicio a desarrollar una política económica austera es mera palabrería.

El Ayuntamiento va a construir dos edificios municipales que no van a mejorar el servicio público y van a incrementar el gasto corriente innecesariamente. En la calle Diego Porcelos y en la Llana de Afuera se van a construir dos edificios con una superficie de 800 m2 cada uno de ellos. Van a costar 3.100.000€. Es decir, a 1.925€/m2 (320.370 ptas/m2) sin equipamiento.

Además de agudizar los problemas de terciarización del centro histórico la apertura de estas instalaciones municipales no supondrá que se cierren dependencias actualmente en uso con lo que se incrementará la dispersión de los servicios municipales y se incrementarán los gastos fijos (vigilancia, conserjería, reprografía, etc) sin que mejore el servicio público.

Parece evidente que si el Ayuntamiento necesita más metros cuadrados de oficinas se construya un edificio que unifique dependencias municipales, permita reducir costes y esté situado en un lugar muy accesible y bien comunicado por la red de transporte público. Sin embargo las genialidades de Aparicio consiguen todo lo contrario: empeorar.

Otra genialidad. En el mes de junio de 2004 Aparicio se encaprichó con comprar un coche Audi A6, V3.0 pasado de moda porque ya no se fabricaba. En contra de toda lógica utilizó el sistema de renting aunque el Ayuntamiento no pudiera beneficiarse de las ventajas de esta modalidad que son los motivos que justifican su utilización por las empresas.

Ahora se ha comprado este coche, con cuatro años de antigüedad, por 19.973€ que, sumados a los 66.691€ pagados por su uso durante cuatro años, totalizan 86.664€.

Las cuentas son claras. Si descontamos el importe del seguro y el mantenimiento Aparicio ha pagado por este coche, como mínimo, un 25% más que si lo hubiera comprado cualquier burgalés con sentido común.

 

 

2 comentarios:

Exiliado dijo...

Y ¿desde cuando se le supone a un cargo publico gastar con la responsabilidad de un ciudadano privado?
No me mal interprete, que no defiendo a Aparicio (no tengo por que hacerlo, ya que viviendo en el exiliio no es mi alcalde)Sino que, salvo excepciones, esa suele ser la tonica general de muchos politicos con responsabilidades de gobierno, a todos los niveles y, en todo el mundo (no es un caso español)
Un saludo

Angel Olivares dijo...

No comparto su opinión. Pienso que es justo lo contrario que lo que dice. La mayoría de las personas que ocupan un cargo público intentan desempeñarlos con honradez y son excepciones los que no observan esta actitud. Lógicamente, cuando se producen estos casos, tiene un gran eco en los medios de comunicación lo que es bastante positivo.