martes, 17 de noviembre de 2009

El reino de la impunidad

Así titula Francisco J. Laporta su artículo publicado en El País (12/11/2008) en el que analiza la crisis financiera internacional. Cuando hay una catástrofe social que afecta a millones de personas nunca se encuentra un culpable. “El villano ha sido el mercado” dice con ironía Laporta.

Su artículo termina con estos dos párrafos. “Seguramente por eso, quien más quien menos se está preguntando hoy si es que todo esto es de verdad una catástrofe anónima, si es que no ha habido nadie, ningún sujeto real, que haya dado en conceder hipotecas inverosímiles (que sus obligados, sujetos con ingresos inciertos, no iban a poder pagar porque el mercado ha dictaminado también que las más altas cotas de competitividad se alcanzan con los contratos basura); si es que no ha habido nadie, ningún sujeto real, que haya hecho maniobras financieras para incluir semejantes títulos en paquetes de camuflaje para ser ofrecidos como inversión; si es que en los consejos de administración no ha habido nadie, ningún sujeto real, que ni se haya enterado de eso; si es que no ha habido nadie, ningún sujeto real, que haya otorgado a semejante producto una calificación financiera de excelencia; si es que no ha habido nadie, ningún sujeto real, que se haya lanzado a invertir tontamente en tales productos; si es que no ha habido nadie, ningún sujeto real, que haya envenenado la información a los demás agentes financieros desencadenando una desconfianza cerval en el sistema; si es que en los organismos reguladores no ha habido nadie, ningún sujeto real, que no advirtiera el peligro.

Muchos, en efecto, se están preguntando atónitos si eso ha sido la resultante fría de un mecanismo anónimo e irresponsable, o si, por el contrario, ha sido la consecuencia de actos de ambición, negligencia e irresponsabilidad en cadena, de personas de carne y hueso a las que debe buscarse pacientemente y pedirles cuentas civiles y penales. Y no desean saberlo porque añoren la resurrección de la planificación y el dirigismo económico, sino precisamente porque valoran las instituciones de la economía de mercado como un hito de la civilización, y no quieren verlas en manos de enredadores, truchimanes ni logreros, por muy enfundados que estén en trajes impecables."

Por la vía de los hechos, Laporta encuentra respuesta a sus interrogantes. A personas que han tenido responsabilidades importantes en esta crisis por haber estado al frente de organizaciones económicas internacionales se les ofrece la presidencia de una entidad financiera como si fuera su salvador y a otros que han presidido sociedades que están en el origen de la crisis se les presenta con “prestigioso” economista.

En una empresa normal estos directivos serían despedidos. Sin embargo, continúan queriendo ser los magos financieros que quieren enseñar al mundo entero cómo salir de la crisis que ellos han creado. Me imagino el estupor que sentirán las miles de personas que han perdido su puesto de trabajo o los trabajadores (del directivo más importante al empleado menos cualificado) que saben el esfuerzo que cuesta sacar adelante una empresa ganando en un año mil veces menos que estos tiburones financieros ganaban en un día.

Me cuesta creerles. Tal vez sería más interesante que las entidades que promueven estas conferencias les invitaran a que impartieran una con el siguiente título: Como hacerse multimillonario cerrando empresas sin que nadie te pida responsabilidades.

2 comentarios:

Reyes dijo...

Pues a mí me cuesta olvidar a Zapatero, muy ufano, diciendo aquello de la "Champions Ligue". Le añadió más altura al castillo de naipes que ahora se ha derrumbado. Aumentó la inversión en I+D+i cuando las arcas del Estado estaban a rebosar, cierto. Pero no le ha costado demasiado dar marcha atrás. Cierto que los gastos sociales (justificables) son muy elevados, pero a corto o medio plazo serán insostenibles si no invertimos en esas siglas. Ahora reniega de un carro al que nunca debió subirse. Le era más fácil el camino que si lo hacía andando. Prever y no ver (y no me refiero a la crisis) es la diferencia entre un hombre de Estado y otro de estadio. Un saludo.
PD: ¡por cierto!, no encuentro su entrada sobre el famoso viajecito a Argentina. Envié un comentario que no apareció. Tal vez no lo hice bien, tal vez nunca existió en su blog. ¡Qué sé yo!.

Angel Olivares dijo...

Ciertamente la inversión en I+D+I es la única que garantiza el futuro. Este gobierno ha incrementado sustancialmente los recursos públicos destinados a esta finalidad. Muy superiores a los del anterior gobierno.
Aún así, es posible que sea necesario hacer un esfuerzo mayor.
No he recibido ningún comentario a la entrada que realicé sobre el viaje a Argentina y que permanece en este blog. De haberlo recibido estaría publicado.