Y vuelve a acertar. Se ha parado la barbaridad que se pretendía en la Isla y se gestionará este proyecto como propuso el PSOE.
El interés del PP en intervenir en el paseo de la Isla para localizar nuevos aparcamientos, facilitar la accesibilidad e instalar un “ambigú” con aseos estables ha encontrado el obstáculo del cumplimiento de la ley y una creciente oposición ciudadana.
La Isla necesita actuaciones de mejora conservación y mantenimiento. Intervenir en un espacio histórico de tanta calidad exige definir perfectamente el proyecto que debe ser explicado y participado por todos los vecinos que lo deseen.
Encargar simultáneamente la redacción del proyecto y la ejecución de la obra era un despropósito tal y como se puso de relieve en el recurso que el PSOE interpuso.
La reacción vecinal ha tenido la intensidad suficiente para que el PP rectifique. Bienvenido sea porque a lo largo de este proceso se ha demostrado que esta intervención no es urgente, no es necesaria ni es razonable. Sólo un “capricho” del gobierno municipal que pretendía dejar el sello de su autoría con la intervención de un arquitecto de prestigio era lo que “justificaba” esta actuación.
Por último, un pequeño detalle. Los profesionales y las empresas que han efectuado unos gastos para presentarse al concurso pueden presentarle las facturas a Aparicio. Los vecinos y asociaciones que se han visto inquietados por la actividad “popular” harían bien en pedirle a Aparicio una moratoria en su actividad urbanística para impedir que continúe el museo de los horrores que empezó con la cabeza de Félix Rodríguez de la Fuente colgando de un mástil, continuó con el puente de Santa María y con los objetos de los amigos del alcalde en la vía pública y continuará con la fuente de los “chorritos” enfrente del Museo de la Evolución Humana.
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