La irresponsabilidad de Aparicio puede suponer que el Ayuntamiento de Burgos quede paralizado durante muchos años.
Para eludir la legislación local, que pone límites a la deuda municipal, el Ayuntamiento de Burgos ha constituido diferentes entidades para la realización de inversiones que la entidad local nunca hubiera podido ejecutar directamente. De esta manera se ha financiado la ampliación del polígono de Villalonquéjar y se afrontaron las obligaciones municipales asumidas para desviar el trazado ferroviario.
La gestión prudente del consorcio para la ampliación de Villalonquéjar, constituido con una entidad financiera local, ha sido muy eficaz poniendo a disposición de los industriales suelo de calidad a precios inferiores a otros promovidos por otras administraciones públicas y mucho más bajos que los exigidos por la iniciativa privada.
Sin embargo, en la gestión del bulevar no se está siendo prudente por las urgencias populistas de Aparicio y por la irresponsabilidad del PP.
La continua publicación de noticias relativas a la inversión en el bulevar ferroviario, ocultando las cuentas del Consorcio que lo está gestionando, está transmitiendo la impresión de que este equipo de gobierno tiene en su poder una varita mágica que le permite ejecutar inversiones multimillonarias debido a su gran capacidad de gestión. Esto no es así.
Lo primero que hay que decir es que la gestión se realiza desde una oficina técnica, a la que en un primer momento el PP se opuso, en la que también participan las entidades financieras. Si la gestión del bulevar se realizara directamente por el equipo de gobierno municipal dudo que ni siquiera se hubieran realizado los proyectos.
En segundo lugar también hay que precisar que toda la financiación de esa obra se realiza con la aportación en suelos de RENFE en virtud del desgraciado convenio que se firmó en el año 1998 en el que no se previa la financiación del bulevar ferroviario.
Con la aportación de RENFE se financia, difícilmente, lo pactado en el convenio, que son los 159 millones de euros que la ciudad aporta para el desvío ferroviario. La inversión del bulevar, sin prever financiación adicional, puede suponer que el Ayuntamiento de Burgos se colapse dentro de dos años.
Veamos los datos.
El consorcio ha gastado 20 millones en expropiaciones, 112 millones en la ejecución de la obra de la variante, 20 millones en gastos financieros, 7 millones en gastos de gestión y 68,6 millones en la urbanización del bulevar ferroviario. En total 227,6 millones de euros.
En este periodo, los ingresos netos han sido de 39 millones de euros con lo que la deuda, al día de hoy, es de 188,6 millones de euros. Esta deuda se está financiando con créditos concertados con cajas de ahorro y bancos por importe de 200 millones de euros.
Esta es la realidad. Si sumamos esta cantidad a los 143,2 millones de euros de deuda prevista en el presupuesto municipal para el año 2010 tenemos que la deuda municipal al finalizar el año será de 331,8 millones de euros lo que supone el 140% de todo el presupuesto municipal.
Cuando dentro de dos años se tenga que liquidar el Consorcio porque ya no será posible ejecutar más obras, el Ayuntamiento tendrá que asumir en sus presupuestos esta deuda lo que impedirá la realización de cualquier otra inversión.
Estas serán las consecuencias de una gestión irresponsable de Aparicio y del PP que sólo piensan en la incidencia electoral de sus actos importándoles muy poco el futuro de Burgos.
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