Este es el titular de la editorial del Diario de Burgos. Tras explicar que el retraso en la licitación de un conjunto de obras puede ocasionar que la ciudad pierda una subvención por importe de 2,5 millones de euros procedentes del Gobierno de España, se pregunta por quién asumirá las responsabilidades de este desaguisado aunque previamente ya ha realizado su imputación al achacar a técnicos municipales la responsabilidad del retraso.
También afirma que “huelga decir cuál sería el resultado final si el responsable de este desaguisado trabajara en un empresa privada.”
En mi opinión Diario de Burgos se equivoca al acusar a los técnicos y no mencionar a los auténticos responsables: el equipo de gobierno y su alcalde a la cabeza.
Los concejales responsables de estos proyectos son los que tenían que haber hecho un seguimiento exhaustivo de la tramitación de estos proyectos para garantizar que se cumplían los plazos legales. En el supuesto de que hubieran detectado algún problema por escasez de personal o por cualquier otro motivo el alcalde tenía que haber adoptado las decisiones necesarias para resolverlo pues no hay que olvidar que tiene toda la plantilla de funcionarios municipales a su disposición.
En una empresa privada ningún directivo que hubiera tenido tiempo y medios suficientes para abordar un proyecto se escudaría en las personas que de él dependientes para eludir sus responsabilidades. Es claro que a las únicas personas a las que se puede pedir cuentas por estos hechos son los concejales y el alcalde. Intentar desviar responsabilidades hacia funcionarios municipales es muy cobarde y una gran vileza.
La única manera de reparar el daño si este se produce es que el Alcalde cese a los concejales directores de los proyectos o que él mismo asuma toda la responsabilidad.
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