Al alcalde le gusta apuntarse como propios los méritos de otras administraciones públicas. De esta manera oculta que gran parte de las inversiones que se están realizando en la ciudad las está pagando, íntegramente, el Gobierno de España.
Este afán acaparador se ha extendido hasta la pretensión de que el Ejército incumpla las normas legales que le vinculan exigiendo que en la fiesta de El Curpillos la banda militar interprete el Himno Nacional rindiendo honores en una manifestación de hondo contenido religioso.
Aparicio debiera ser más respetuoso con las normas legales y con los burgaleses que profesan otra religión diferente a la católica o que no tienen ninguna convicción religiosa.
La tradición no puede esgrimirse para violentar valores constitucionales que unen a todos los españoles.
El respeto a los símbolos comunes o a los valores que son compartidos por muchos ciudadanos implica que no se utilizan en contra de los demás. El Himno Nacional es de todos. La Religión Católica es ampliamente mayoritaria en Burgos. La actitud de Aparicio lo único que consigue es perjudicar a este patrimonio común.
2 comentarios:
Los progres siempre mirando hacia atrás para entrener el presente, con la que esta cayendo... Cuanto avance en estos años de progresismo.. siempre se han caracterizado los progres por ser unos currantes modelicos o no?
Es difícil contestar con términos tan genéricos. En todo caso, por continuar con mi comentario quiero decir que el hecho religioso me parece muy serio y es patrimonio común de toda la sociedad.
Los principales enemigos que tiene la religión son los integristas y los intolerantes que quiern imponer sus ideas o que no admiten la diferencia.
Intento que el respeto sea la norma y que todos los ciudadanos puedan ejercer su libertad sin ningún tipo de condicionantes.
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